El gobierno salvadoreño y el FMI acordaron un programa de financiamiento por $1,400 millones el pasado 26 de febrero, luego de cuatro años de negociaciones que se vieron entorpecidas por la puesta en marcha del bitcoin como moneda de curso legal en septiembre de 2021.
Tras una serie de reformas a la ley de bitcoin y aprobación la de ley contra la anticorrupción, El Salvador se comprometió a la ejecución de medidas que la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) espera que empujen la atracción de inversión en el país.
“Que estas decisiones que está tomando el gobierno sirvan al país, y lo vamos a observar porque vamos a traer más inversión, va a haber más y mejores empleos, el país necesita entre 40,000 y 50,000 empleos por año”, indicó el director de asuntos económicos de la ANEP, Waldo Jiménez.
El Salvador se comprometió a fortalecer las finanzas públicas, reducir el déficit externo, así como reformar el sistema de pensiones.
Previo a la realización del Encuentro Nacional de la Empresa Privada (ENADE), Jiménez fue consultado sobre si cree que el gobierno puede cumplir todas las obligaciones que pactó con el Fondo, a lo que aseguró que esperan que el Ejecutivo “haya firmado un acuerdo sabiendo que puede cumplir”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Jorge Arriaza, confirmó que el estrechamiento de relaciones con el FMI catalizará inversiones, al mismo tiempo que facilita el acceso a créditos e impulsará la confianza empresarial.
“Hay un período de 40 meses para seguir trabajando en la situación de la deuda, del déficit fiscal y comercial, pero se va por buen camino. El mismo acuerdo del Fondo resalta las cosas positivas que se han hecho en temas de deuda”, indicó Arriaza.
El presidente de los industriales indicó que, dentro de este “buen camino”, el sector al que representa deberá fortalecer la producción y la exportación.
Disposición de recursos
Este buen panorama también fue externado por la directora ejecutiva de investigaciones económicas de Bancolombia, Laura Clavijo, quien aseguró que la confianza sobre el país se verá a largo plazo.Clavijo aseguró que en la medida que El Salvador debe cumplir con sus compromisos necesitará disponer de recursos del fisco para atender las diferentes obras.
“Los países que logran pactar un acuerdo con el Fondo, en el tiempo demuestran que deben cumplir ciertas políticas en reformas, políticas de largo plazo, para hacer crecer las economías”, añadió la investigadora.
La directora ejecutiva de investigaciones aseguró que la apertura a créditos de otras multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), son “buenas señales” de un país que buscar “ordenar y potenciar” el crecimiento a largo plazo.
El reto de toda la región, sumó Clavijo, es que la economías potencien su crecimiento a mediano plazo, a través de la inversión en infraestructura y capacitación del talento humano.