Las exportaciones de bienes elaborados por salvadoreños podrían verse beneficiadas con un tratado de libre comercio (TLC) con China, reconoció ayer la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), sin dejar de advertir que se debe proteger al sector productivo para que las importaciones desde el gigante asiático no ahoguen al mercado local.

El Gobierno y la Embajada de China en El Salvador anunciaron el miércoles el inicio de negociaciones para un tratado comercial, cuatro años después de que se establecieran las relaciones diplomáticas en agosto de 2019.

“Puede representar una apuesta interesante”, señaló Silvia Cuéllar, directora de Coexport. Sin embargo, agregó, “hoy por hoy nuestra primera tarea, antes de pensar en grande, es hacer todo un trabajo serio de investigación sobre cómo se comporta el comercio en China, cuáles sectores pueden verse con posibilidades para exportar y, sobre todo, si contamos con productos o servicios que puedan satisfacer los consumidores de este mercado que nunca se ha explorado debidamente”.

China es la segunda economía más grande del mundo que crece a más de dos dígitos, la de mayor dinamismo de la región Asia Pacífico, y representa un mercado de más de 1,300 millones de habitantes. Por su lado, El Salvador tiene una población de 6.3 millones de personas, unas 206 veces inferior al gigante asiático.

“Tenemos que esforzarnos por saber sobre su economía, cultura, manera de hacer negocios, gustos, requerimientos de calidad, preferencias. Aprender de experiencias de otros países y, sobre todo, debemos determinar oportunidad versus capacidad productiva o de servicios”, acotó Cuéllar.

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El país importa 478 veces más de lo que exporta.

Sin un tratado comercial de por medio, China ya es el segundo proveedor más importante de El Salvador con importaciones que a septiembre superaron los $2,198.9 millones. El gigante asiático envía productos de tecnología de la información y comunicaciones, además de maquinaria de manufactura, hierro y acero, hilos y telas, papel y cartón.

Las exportaciones, por su lado, se quedan muy cortas de esa suma con envíos por $4.5 millones a septiembre de 2021. Es decir, que El Salvador le compra 478 veces más de lo que le vende. “Nuestros productos de exportación realmente son pocos”, agregó Cuéllar, que detalló que los envíos se basan en azúcar, café, desechos y desperdicios de aluminio, y algunos artículos de confección y textil.

Un tratado comercial “debe considerar seriamente nuestras asimetrías para no dejar en desventaja a nuestro sector productivo, más aún es buscar cómo fomentar nuevas inversiones que permitan fabricar productos que ingresen a dicho continente u otros mercados”, agregó la ejecutiva.

Coexport manifestó su disposición a participar del proceso de negociación, “tal como lo hemos hecho en anteriores negociaciones comerciales” que ha firmado El Salvador.

Para la gremial, la negociación del TLC debe estar al margen de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y otros organismos regidores en materia de comercio como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

El dato

Coexport ejemplificó que el TLC de Costa Rica con China ha tenido un crecimiento sostenido desde 2012, las exportaciones crecen 21 % y las importaciones 8 %. Pero, los empresarios ticos reconocen que les queda mucho por mejorar.