El aumento de un 10 % de los aranceles a las exportaciones de El Salvador hacia Estados Unidos tendrá un impacto directo en el sector textil, advirtió este viernes el economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Carlos Acevedo.

Acevedo explicó que la demanda de textiles salvadoreños podría reducirse a raíz de la decisión que el presidente Donald Trump tomó el pasado miércoles, cuando sumó a El Salvador en la lista de países a los que se les aumentarán los impuestos de importación.

“Eso va a afectar a El Salvador, todos los productos que El Salvador envía a los Estados Unidos van a tener que reducirse y además más caros para los consumidores de Estados Unidos, y eso va a ahondar el problema del desempleo de El Salvador”, añadió el economista durante una entrevista en La Tribu.

El expresidente del BCR recordó que antes de que esta situación iniciara, la demanda de textiles salvadoreños estaba deprimida, algo que se exacerba por el aumento de precios, reducción de flujos de comercio y una temida recesión.

Entre enero y diciembre de 2024, las exportaciones salvadoreñas de maquila totalizaron $865.7 millones, lo que representó una disminución de un 11.7 % con respecto a 2023, según el Banco Central.

El informe analítico de cierre de 2024 del BCR revela que los consumidores estadounidenses continuaron importando textiles, pero principalmente a mercados asiáticos, perjudicando a países como El Salvador en donde el sector de maquila es uno de los principales motores de los envíos internacionales.


Impacto comercial

Los problemas que las decisiones de Trump podrían generar a la cadena de suministros fueron advertidos por el BCR en su informe divulgado a finales de enero, cuando auguró una incertidumbre debido a las tensiones comerciales y geopolíticas.

El BCR dijo que el aumento de aranceles a productos de México, Canadá, China y otros socios comerciales, podrían reducir las exportaciones de países de la región que le proveen a Estados Unidos, así como un aumento en el costo de tarifas, empujando la incertidumbre del comercio global.

Según Acevedo, la última ventaja “relativa” que visualiza a futuro es que El Salvador está en la misma situación que el resto del mundo.

“Van a tener que pagar un 10 % los consumidores norteamericanos, con lo cual se reduciría el atractivo de las exportaciones de El Salvador”, puntualizó Acevedo.

El economista recordó que ni los servicios carcelarios que El Salvador brinda a Estados Unidos fueron una garantía de librar al país del aumento arancelario.

Además, reprochó que El Salvador esté en el mismo lugar -con el 10 % de aranceles- al igual que Honduras, que ha tenido conflictos con Estados Unidos y ha advertido con quitar la base militar que la nación estadounidense mantiene en el vecino centroamericano denominada “Palmerola”.

El aumento arancelario ha despertado la preocupación y análisis del sector empresarial en El Salvador. Ayer la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) dijo que estaban preocupados, aunque aseveró que el país podría aprovechar la situación.

Por su parte, la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) hizo hincapié en que el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR) se mantiene activo, pero que Trump se ha respaldado en una cláusula de dicho documento que permite aplicar ciertas medidas ante emergencias de seguridad, al mismo tiempo que llamó a los exportadores a la calma.

Este jueves, la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) indicó que las decisiones de Trump buscan dinamizar la economía de su país y dijo que se encuentra expectante porque aún no se tiene un reglamento que defina la aplicación de la medida.