La exportación de chips fabricados en El Salvador se ha convertido en el cuarto producto más vendido en el exterior, una buena noticia para un país más reconocido por la maquila o el café.

El Salvador siempre ha soñado con la creación de empleos de calidad y el caso de la fábrica AVX es un gran ejemplo para el país. Fundada en 1977, la empresa ha venido creciendo notablemente hasta alcanzar casi $260 millones en exportaciones el año pasado.

Los chips o condensadores electrónicos son altamente demandados por varias industrias, como la automotriz, telecomunicaciones o espacial. Son pequeñas baterías, como la de un celular, pero que se diferencia por su alta capacidad de entrega y almacenamiento de energía en millones de veces por segundo.

El Salvador envía condensadores electrónicos a 16 países, pero el 99.9 % de las exportaciones tiene por destino Estados Unidos, con $259.8 millones al cierre del año.

Cada semana, los 4,500 colaboradores que laboran para Kyocera AVX en El Salvador elaboran unos 300 millones de unidades destinadas al mercado internacional.

Afortunadamente hay otras empresas de productos tecnológicos en El Salvador como Yazaki Arnecom, fabricante de arneses y sistemas eléctricos para vehículos híbridos y eléctricos, ubicado en Santa Ana y que tiene más de 10 años de operaciones, generando más de 2,700 empleos.

Aunque todo lo que exportamos es valioso y fruto de la laboriosidad salvadoreña, es bueno destacar que la alta tecnología forma parte de nuestro portafolio de exportaciones y que es fundamental crear las condiciones para seguir atrayendo este tipo de inversiones en El Salvador.