El Gobierno de Donald Trump daría $150 millones de ayuda a El Salvador, Honduras y Guatemala para que estos países puedan aplicar los acuerdos de cooperación de asilos suscritos con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, publicó ayer el periódico Washington Examiner.

De acuerdo a este medio de comunicación, $50 millones se destinarían a programas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en dos países.

Consultado sobre la ayuda económica a estos países, Mauricio Claver-Carone, asesor especial de Trump, aseguró que Estados Unidos ayudará con los costos de la implementación de los acuerdos.

Los acuerdos permiten que Estados Unidos trasladen a los extranjeros que lleguen a su frontera sur a estos países centroamericanos para que tramite sus respectivas solicitudes de asilo. La idea es que, de acuerdo al Convenio de Ginebra, pidan asilo en su primer país de tránsito, al sufrir persecución política, religiosa o étnica. La migración por razones económicas no es considerada, ya que el Gobierno de los Estados Unidos persigue que este tipo de solicitudes de asilo sean rechazadas por considerarlas fraudulentas.

Así, el funcionario consideró por ejemplo que un cubano pueda solicitar asilo en Honduras o El Salvador; así como un hondureño o salvadoreño lo podría hacer a Guatemala.

Estados Unidos prevé que, en esos términos, preferirán quedarse en sus países y que las cifras de estos solicitantes de asilo en Guatemala, Honduras y El Salvador será mínima.

Ayer, McAleenan aseguró que los acuerdos ya están vigentes, que trabajan por la implementación y que no requieren de aprobación legislativa. Con Guatemala, buscan cumplir las restricciones definidas por la Corte de Constitucionalidad de ese país para poder implementarlo.

Claver-Carone dijo que, si el presidente electo guatemalteco Alejandro Giammattei –quien ha advertido que lo revertirá si no lo conoce– decide no participar, va a perder “una gran oportunidad”.

 

Plan “América Crece”

Estados Unidos también busca cooperar al crecimiento económico de estas naciones firmantes de los acuerdos, atrayendo la inversión privada estadounidense y nacional que se ha fugado de dichos países, e implementando proyectos de energía asequible.

En plan, que pretende incorporar a “clases económicas, empresariales, más talentosas de la región” “que han invertido fuera de sus países”, se lanzará a inicios del año 2020.

“Estos no serán proyectos como en el pasado en el cual se escribe un cheque de Usaid (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo)”, afirmó el asesor del mandatario estadounidense. Reiteró que tratarán a los países bilateralmente y no como región “Triángulo Norte”, ya que son diferentes.

La iniciativa hemisférica cuyo lema es “América crece” pretende impactar en el ingreso medio real de las familias.