El asesinato de un huésped en un hotel de playa en la playa El Esterón, Intipucá, La Unión, nos refleja que el riesgo de la violencia está latente casi en cualquier lugar que visitemos en El Salvador.

El crimen ocurrió mientras departían en una fiesta. Según la PNC, la víctima estaba en una hamaca, a la orilla de la playa junto a una mujer, y ahí, un sujeto habría llegado a atacarlos con un fusil M16. ¡Con un fusil M16! Lo increíble es que el hechor salió del hotel de playa, a pie, en medio de la fiesta.

La actitud del asesino es de alguien que tiene plena confianza en la impunidad de sus actos y Dios sabrá si las autoridades lograrán resolver este crimen que parece bastante emblemático.

Esa zona del país tiene algunas de las playas más bellas de El Salvador, pero después de este crimen ¿Se imaginan ustedes el golpe a la industria turística de la zona y a ese hotel en particular? En esa zona abundan turistas norteamericanos y europeos que llegan atraídos por las olas de nuestro litoral. Desgraciadamente, las malas noticias corren muy rápido y el turismo está basado no solo en la belleza natural de los lugares que se visitan sino también en los servicios y la seguridad que prestan esos sitios.

Las autoridades tienen un enorme desafío de investigar este hecho. Los hoteles de la zona ahora tienen que reforzar su seguridad, lo que supongo elevará sus costos y sus tarifas también. Y es que un solo criminal que se mete a un hotel a asesinar a un huésped -en lo que parece ser un acto de sicariato- es capaz no solo de acabar con la vida de una persona por encargo, sino también en acabar con la economía de una zona que se ha esforzado mucho por desarrollarse, de la mano de mucha gente emprendedora. Muy mala noticia.