Así como Stan Lee creó el método Marvel, en la época dorada de los cómics, el cual consistía en realizar primero una sinopsis de cada historia para luego ser trasladada a los dibujantes y escribir posteriormente los diálogos basándose en cada dibujo acabado, Marvel Studios se forjó el camino entrelazando las historias de todos sus héroes, haciendo una filmografía que vincula de una o de otra forma a su vasto universo.
Con 23 filmes estrenados hasta la fecha, ha creado un proyecto que devela diez años en su construcción, convirtiendo a Marvel Studios en una de las casas productoras más rentables en la actualidad, garantizando no sólo el comercio de su propia casa fílmica, sino de toda una red de entretenimiento que abaracan los propios cómics, figuras coleccionables y series animadas, dando origen incluso a proyectos similares en otras casas productoras.
Si bien las historias que adapta a la pantalla grande no son exactas a las de las páginas de los cómics, el impacto que ha generado en la última década ha retornado el fanatismo por los superhéroes, tal como se vivió en la década de los 40’s y 50’s de la era de los cómics, devolviendo la fantasía y el asombro de películas de acción con aventuras increíbles.
Otro de los aspectos que ha vuelto icónico a Marvel en estos diez años es la elección de sus actores que guardan un parecido enorme al de sus personajes principales, dotando de gran carisma a sus aventuras y creando una empatía nata con la generación que es fan de dichos actores, tal es el caso de Robert Downey Jr. con su eterno Iron Man y Chris Evans como el Capitán América; Scarlet Johansson como la Viuda Negra, Mark Ruffalo como el Increíble Hulk, Chris Hemsworth como el asgardiano dios Thor y Jeremy Renner como Ojo de Halcón.
Dichos personajes cierran con este film una travesía que probablemente significará en cierre de sus arcos argumentales dentro de la telaraña de historias que han creado y que este día ven el final frente al épico desenlace que les lleva a enfrentarse a su máximo enemigo, Thanos.