Corea del Norte disparó por tercera vez en poco más de una semana, dos misiles de corto alcance hacia las aguas del mar de Japón, conocido en Corea como mar del Este, en el marco de las recientes sanciones por parte de Estados Unidos ante el lanzamiento de misiles.

El Estado Mayor Conjunto señaló que los proyectiles fueron lanzados desde la localidad de Uiju, en la provincia de Pyongan del Norte (noroeste), cerca de la frontera con China, y ha agregado que volaron unos 430 kilómetros antes de su impacto.

Asimismo, destacó que los misiles han alcanzado una velocidad máxima Mach 6, seis veces la velocidad del sonido, mientras Seúl y Washington siguen analizando los lanzamientos, tal y como ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

"A estas alturas, parece que Corea del Norte disparó los misiles contra objetivos fijados para fijar su precisión", indicaron fuentes del Estado Mayor Conjunto surcoreano. "Se cree que fueron una serie de lanzamientos de prueba para mejorar la precisión de los misiles de corto alcance que posee", agregó.

Tras ello, el Consejo de Seguridad Nacional surcoreano dijo que "lamenta firmemente" los lanzamientos, según un comunicado de la Presidencia. Así, ha resaltado que estos disparos no ayudan a estabilizar la situación en la península y pidió a Pyongyang que retome el diálogo.

Por su parte, el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, mencionó que Pyongyang lanzó al menos un misil, agregando que Tokio presentó una protesta formal a través de la Embajada norcoreana en China, tal y como ha recogido la agencia japonesa de noticias Kiodo.

"Es obvio que el propósito de los frecuentes lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte es mejorar su tecnología balística", dijo. "Consideraremos todas las opciones, incluida la posesión de las llamadas capacidades de golpear bases enemigas, y seguiremos trabajando para fortalecer drásticamente nuestras capacidades defensivas", agregó.

El Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos (PACOM) ha dicho en un comunicado publicado en su página web que "es consciente" del lanzamiento y que está mantenido consultas "estrechas" con "socios y aliados".

"Si bien hemos valorado que este suceso no supone una amenaza inmediata para el personal o el territorio estadounidense o para nuestros aliados, el lanzamiento del misil subraya el impacto desestabilizador del programa ilegal de armas de Corea del Norte", ha señalado. Por último, ha recalcado que "el compromiso de Estados Unidos a la defensa de Corea del Sur y Japón sigue siendo férreo".

Este lanzamiento se produce unos días después de que el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, asistiera este martes junto a su hermana Kim Yo Jong y altos funcionarios al lanzamiento de un segundo misil hipersónico hacia las aguas del mar de Japón, tras casi dos años sin aparecer en este tipo de actos y en medio de las condenas del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el primer misil del 5 de enero.

Cortesía AFP / King Jon Un, lider de Corea del Norte supervisó el lanzamiento del segundo Misíl el martes 11 de enero
Cortesía AFP / King Jon Un, lider de Corea del Norte supervisó el lanzamiento del segundo Misíl el martes 11 de enero



Apenas unas horas después del comunicado conjunto de condena del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el primer misil, que fue lanzado el 5 de enero, el país asiático llevó a cabo otra operación, que fue confirmada, primeramente, por las autoridades surcoreanas y después por el país nipón.

El Gobierno de Estados Unidos anunció sanciones contra cinco ciudadanos norcoreanos vinculados al programa armamentístico de Corea del Norte, después de que el régimen de Kim Jong Un haya efectuado al menos dos ensayos con misiles balísticos.

Tras las sanciones, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano ha declarado este viernes que "la Administración estadounidense actual habla de diplomacia y diálogo, pero que, en realidad, recurre a la política de aislar y asfixiar a Corea del Norte".

Corea del Norte defendió "el aumento de la capacidad de defensa nacional", argumentando que "es un derecho legítimo de un estado soberano", por lo que Estados Unidos "está haciendo otra provocación" contra el "derecho a la autodefensa".