Según el diario oficialista The Global New Light of Myanmar, las autoridades también reportan 4,809 heridos y 210 personas desaparecidas. El terremoto, que tuvo lugar el mediodía del 28 de marzo, afectó en particular a las regiones entre las ciudades de Sagaing y Mandalay, en el centro-norte de Birmania.
Por su parte, Naciones Unidas estima que aproximadamente 17 millones de personas se encuentran afectadas por este sismo, de las cuales 9 millones son especialmente perjudicadas en 57 municipios próximos al epicentro. Las operaciones de emergencia siguen en desarrollo, respaldadas por equipos de rescate provenientes de Rusia, China, India y Bielorrusia.
El general golpista Min Aung Hlaing, autoproclamado primer ministro, visitó el domingo algunas de las áreas más dañadas en Mandalay, donde expresó su agradecimiento por la asistencia internacional. Sin embargo, Birmania está aislada de la comunidad internacional tras el golpe de Estado de febrero de 2021 y la brutal represión contra manifestantes pacíficos. Solo algunos países, como Rusia y China, mantienen lazo diplomáticos con el régimen.
La situación se complica debido al conflicto armado entre el Ejército y grupos de oposición, lo que dificulta la distribución de ayuda humanitaria en las áreas más afectadas. Además, organizaciones prodemocracia acusan a la junta militar de obstruir la entrega de suministros de emergencia en territorios controlados por la oposición.