Israel responderá al ataque de misiles de Irán en función de su "interés nacional", afirmó este martes el primer ministro Benjamin Netanyahu, después de que el presidente norteamericano Joe Biden pidiera evitar golpear instalaciones petroleras y nucleares.

Irán, que dice estar dispuesto a "defenderse" de Israel, celebró en Teherán este martes el funeral del general Abás Nilforushan, asesinado el 27 de septiembre junto al líder del movimiento libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, en un ataque israelí cerca de Beirut.

El 1 de octubre Irán lanzó cerca de 200 misiles contra Israel para vengar esas muertes.

Este martes, frente a una multitud que ondeaba banderas iraníes, palestinas y de Hezbolá en la plaza Imán Hossein de Teherán, Esmail Qaani, el comandante de la unidad de élite de los Guardianes de la Revolución, reapareció en público después que los medios afirmaran que fue blanco de ataques israelíes el 4 de octubre en el sur de Beirut.

Israel, en guerra con Hezbolá en Líbano y con el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza, sigue preparando una respuesta al ataque de Irán, aliado de estos dos movimientos islamistas.

"Escuchamos las opiniones de Estados Unidos, pero tomaremos nuestras decisiones finales en función de nuestro interés nacional", dijo Netanyahu sobre la respuesta a Irán.

Estas declaraciones parecen contradecir la información del Washington Post según la cual Netanyahu dijo durante una llamada telefónica con Biden la semana pasada que la eventual respuesta a Irán se limitará a instalaciones militares.

"Noche violenta" en Baalbeck

Después de casi año de enfrentamientos armados con Hezbolá en la frontera israelí-libanesa y después de debilitar a Hamás, a mediados de septiembre el ejército israelí puso el foco de la guerra en Líbano, donde ha intensificado sus ataques contra los bastiones del movimiento chiita.

El objetivo es alejar a Hezbolá de las regiones fronterizas entre Líbano e Israel y poner fin al lanzamiento de cohetes para que puedan regresar a sus casas los cerca de 60.000 israelíes desplazados.

El ejército israelí lanzó el martes varios ataques en el sur del país y en la región de Becá (este), donde dejó inoperativo un hospital en la ciudad de Baalbeck, según la agencia oficial de noticias libanesa ANI.

"Fue una noche violenta en Baalbeck, no habíamos vivido una como esta desde la guerra de 2006" entre Israel y Hezbolá, dijo Nidal al Solh, de 50 años.

Hezbolá, que afirma actuar en apoyo a Hamás, abrió un frente contra Israel el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino en Israel que desencadenó la guerra en Gaza.

Aunque está debilitado, Hezbolá sigue lanzando ataques contra Israel y el martes afirmó haber disparado cohetes contra el norte del país.

Hezbolá llevó a cabo el domingo un ataque con drones contra una base militar en Binyamina, en el norte de Israel, que mató a cuatro soldados e hirió a más de 60 según los socorristas, el más mortífero del movimiento en suelo israelí.

Desde que empezó la escalada contra la milicia proiraní hace casi un mes, al menos 1.315 personas han muerto en Líbano, según un recuento de la AFP a partir de cifras oficiales.

La ONU ha reportado casi 700.000 desplazados.

Los combates en Líbano también alcanzaron a la fuerza de paz de Naciones Unidas desplegada en el sur de Líbano, la Finul, y Netanyahu pidió el domingo al jefe de la ONU poner "inmediatamente" fuera de peligro a estos cascos azules.

Sin embargo la Finul denuncia "violaciones chocantes" por parte de Israel contra sus posiciones y asegura que permanecerá allí, según el jefe de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix.

En la Franja de Gaza, la Defensa Civil indicó que un bombardeo el lunes en la ciudad de Deir al Balah (centro) mató a cuatro personas en el complejo del Hospital de los Mártires de Al Aqsa, que alberga a personas desplazadas.

El ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023 mató a 1,206 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes y que incluye los rehenes que murieron en cautiverio en Gaza.

Al menos 42.344 palestinos han muerto, en su mayoría civiles, en la ofensiva de represalia israelí en Gaza, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.