El Instituto Nacional de Migración (INM) de México, informó el lunes, que emitirá visas “por razones humanitarias” a 58 migrantes que voluntariamente decidieron desalojar el campamento, que durante semanas mantuvieron junto a otros 800 indocumentados en la orilla del río Bravo, fronterizo con EEUU.

Estas 58 personas fueron llevadas al Centro Integrador para el Migrante “Leona Vicario”, en Ciudad Juárez, en donde las autoridades mexicanas informaron que les brindarán apoyo humanitario en alimentación, refugio y les ayudarán a poder obtener documentación legal dentro de México.

El INM indicó que los migrantes podrán obtener una Cédula Única de Registro de Población (CURP), con lo cual podrán acceder legalmente a ofertas de empleo en la ciudad y así mejorar las condiciones de vida en un futuro cercano.

Desalojo y represión

Durante el fin de semana aproximadamente 800 migrantes de diferentes países de la región, pero en su mayoría de Venezuela, fueron desalojados y reprimidos violentamente por agentes municipales de Ciudad Juárez, quienes destruyeron las tiendas de campañas que los indocumentados habían levantado frente al río Bravo, y donde llevaban varias semanas establecidos.

Las autoridades mexicanas justificaron sus acciones y dijeron que en reiteradas ocasiones habían tratado de reubicar a los migrantes en albergues de la ciudad para ayudarles y poder asistirlos con ayuda humanitaria, además argumentaron que los campamentos de los migrantes podían ocasionar incendios por las fogatas que realizaban todas las noches para mitigar las bajas temperaturas.

Los campamentos estaban conformados por migrantes de diferentes edades y nacionalidades, los cuales dormían en la calle y a la orilla del río Bravo con la esperanza de poder ingresar hacia suelo estadounidense y solicitar asilo migratorio.