Sin duda, el papel del personal sanitario, médicos, enfermeras y personal de apoyo, ha sido fundamental para que estos pacientes se hayan recuperado durante más de medio año de la pandemia.
Es impresionante cómo el personal sanitario ha dedicado sus energías, su conocimiento, su tiempo, su experiencia y hasta su propia vida para salvar la vida de otros. Nunca podremos dejar de reconocer especialmente a aquellos que han fallecido o se han enfermado precisamente por cumplir con su trabajo, con su vocación, con una entrega sin medida.
El sacrificio que hemos visto en el personal sanitario estos meses es imposible de pagarse y su dedicación a cada paciente es digna del mayor agradecimiento y aprecio de la sociedad salvadoreña.
Cuando se escuchan testimonios de enfermos sobre los cuidados y atenciones recibidas por parte del personal de salud, entonces se entiende el sacrificio y la dedicación que han tenido todos estos meses.
Así como el Gobierno ha invertido en mejorar las condiciones de los hospitales, el personal de Salud debe ser reconocido permanentemente en términos salariales y de condiciones laborales. La inversión en este capital humano debe ser grande y permanente.