El Salvador debe pagar en marzo las Letes que se emitieron en 2020 para pagar el bono de $300 que se entregó a las familias salvadoreñas. /DEM


El Salvador tiene que honrar $2,068.5 millones en deuda de corto plazo con vencimientos menores a un año, advirtió la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

La deuda de corto plazo corresponde a los compromisos adquiridos en el mercado local y cuyos vencimientos son menores a 360 días. El Ministerio de Hacienda puede emitir Certificados del Tesoro (Cetes) y Letras del Tesoro (Letes), este último instrumento es para cubrir deficiencias temporales de liquidez y suele ser comprado por bancos o administradoras que operan en la plaza salvadoreña.

Mientras que para emitir Cetes se requiere de una aprobación de nueva deuda por parte de la Asamblea Legislativa, en el caso de las Letes, conocidas como la “tarjeta de crédito” del Gobierno, el Ministerio de Hacienda tiene autorizado emitir un máximo del 25 % de los ingresos corrientes de 2021.

El Gobierno recurrió a estos mecanismos en 2020 para fondearse cuando los ingresos tributarios comenzaron a caer debido al confinamiento, incluso estos recursos sirvieron para entregar el bono de $300 a las familias afectadas por la pandemia.



Fusades detalló que el saldo histórico de Letes alcanza los $1,422.7 millones, mientras que se deben $645.8 millones en Cetes que emitió el Gobierno en septiembre de 2020 para financiar el fideicomiso de recuperación económica. En total suman $2,068.5 millones que deben pagarse en los próximos 12 meses.

Entre los grandes vencimientos que se aproximan está un paquete de $328millones en Letes para el 27 de marzo próximo, además de los $645.8 millones de Cetes en septiembre. En el transcurso del año también se tienen programados vencimientos de entre $26 y $100 millones.

¿Cómo afecta?


Desde hace años, el Ministerio de Hacienda realiza nuevas colocaciones para pagar los vencimientos mensuales de Letes, una operación conocida como roll over. Esto le permite manejar el saldo de deuda de corto plazo, pero el saldo se mantiene alto y presiona a tasas de intereses más altas.

Andrés Oliva, economista de Fusades, explicó que recurrir a este mecanismo de deuda es similar a que un salvadoreño pague la gasolina, energía eléctrica y el supermercado con una tarjeta de crédito, pero no honra esa deuda cada mes, sino que hace refinanciamiento. El saldo irá aumentando y los intereses provocarán que se termine pagando dos o tres veces más caro.

Para el aparato público, en tanto, se traduce en una elevada presión sobre la disponibilidad de liquidez del Gobierno a corto plazo porque se necesitan más recursos para pagar los vencimientos. Además, hay un deterioro del riesgo país y se elevan las tasas de interés para contratar nueva deuda.

Fusades señaló que para controlar la deuda flotante se requiere de una reforma legal que implique su uso según lo establece la Constitución de la República para “descalces temporales de ingresos”.

El tanque de pensamiento propone reducir el monto permitido del 25 % al 5 % de los ingresos corrientes, además que se incluyan estos compromisos en un presupuesto equilibrado.

3 datos que debes de conocer


Finanzas débiles: Antes de la pandemia, la situación de las finanzas pública ya era débil; sin embargo, la crisis llevó a niveles históricos la deuda pública.

Datos históricos: El saldo de Letes llegó a niveles históricos desde abril de 2020 y se mantiene cerca del nivel máximo, que para 2021 es 25 % de ingresos corrientes.

Efectos: Eleva la presión sobre la disponibilidad de recursos para pagar deuda de corto plazo, al tiempo que deteriora el riesgo país.