El legendario pianista estadounidense Herbie Hancock, de paso por Marruecos para celebrar el Día Internacional del Jazz, ve en este género un punto de unión capaz de promover "la unidad y la diversidad".

En Tánger, designada por la Unesco ciudad anfitriona del día del Jazz 2024, dio un concierto el martes a la noche que reunió a otros grandes nombres del jazz contemporáneo también estadounidenses como el bajista Marcus Miller y la cantante Dee Dee Bridgewater.

"Las experiencias de varias personas se expresan y se ponen en común cuando se hace música en grupo. Esta vivencia colectiva, este tipo de unidad, forma parte integrante de la identidad del jazz", estima Hancock en una entrevista con AFP.

El maestro marroquí de gnawa music, Abededllah El Gourd tocó junto a su banda este miércoles en Tánger. Photo by FADEL SENNA / AFP
El maestro marroquí de gnawa music, Abededllah El Gourd tocó junto a su banda este miércoles en Tánger. Photo by FADEL SENNA / AFP

"Cuando la gente viene a escucharnos puede sentir la alegría que emanamos. El público siente la experiencia que los músicos comparten. Por eso llenan las salas, para poder experimentarla", añade el artista ganador de 14 premios Grammy.

"Esto significa que podemos dar ejemplo de lo que deberíamos ser, de dónde deberíamos estar. La música lo dice todo", continúa.

Para el artista de 84 años, creador del mítico álbum "Head Hunters", el jazz "permite a la gente reconocer y promover la diversidad".

En el escenario del Palacio de las Artes y la Cultura de Tánger, también estuvieron presentes artistas de Chile, Camerún, Brasil y Japón, al igual que el maestro del gnaoua (estilo musical de África del norte), Abdelá El Gurd, que abrió el concierto.

Una influencia mágica

Este género musical, que mezcla lo sagrado y lo profano, es muy popular en Marruecos.

Está salpicado de invocaciones y danzas que pueden llegar hasta el trance. Desarrollado inicialmente por descendientes de esclavos, al menos desde el siglo XVI, fue inscrito en el patrimonio inmaterial de la Unesco en 2019.

El paso, entre 1967 y 1972, de Randy Weston a Tánger -ciudad portuaria que vio desfilar en el siglo pasado el gotha del jazz-, marcó a la vez la historia de la ciudad y de esta música.

Figura histórica de la música, amigo y colaborador de Abdalá El Gurd, Weston (fallecido en 2018) logró crear puentes culturales vanguardistas entre el jazz y el gnaoua.

"Llevó a Estados Unidos lo que ayudó a desarrollar en Tánger y en otras ciudades de Marruecos. Todo el mundo aprecia la atmósfera que la gente saber crear aquí", cuenta Hancock, que descubrió la música gnaoua en una visita anterior a Marruecos en 2015.

El ritmo de los qraqebs (una especie de castañuelas) "tiene una influencia mágica en tu ser", describe.

El efecto sigue siendo el mismo casi diez años después. En Tánger, primera ciudad del continente africano en acoger el Día Internacional del Jazz, el pianista pudo asistir a una sesión musical con el mâalem (maestro) El Gurd.

"Fue tan profundo que se me llenaron los ojos de lágrimas", resume el autor de la canción "Rockit", lanzada en 1983.