George Gómez, un joven chef con raíces chilenas y salvadoreñas, se encuentra en El Salvador para compartir su conocimiento sobre la revolución de la pastelería. El experto ofrecerá dos masterclass mañana sábado: una de pastelería sin azúcar (8:00 a.m. a 12:00 m.) y otra de pastelería chilena (2:00 p.m. a 6:00 p.m.), en el restaurante Kadó, en San Salvador. La inversión es de $100 por clase.

La historia y pasión de Gómez por la pastelería comenzó desde muy pequeño. Inspirado por programas de TV como “Cake Boss” o “Cupcake Wars”, el también modelo de 23 años siempre se preguntó: "¿Cómo lo realizan?". Su curiosidad lo llevó a involucrarse en la chocolatería de su madre en San Salvador, donde empezó ayudando en lo que podía hasta perfeccionar técnicas y desarrollar su propio estilo.

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A sus 12 años, Gómez ya manejaba mangas y duyas sin haber tomado clases formales. A los 14, decidió dar su primer paso profesional con cursos de pastelería y chocolatería, lo que lo motivó a emprender su propio negocio de postres dos años después.

"Siempre buscaba mejorar y mejorar", afirma. Su dedicación lo llevó a pagar su formación en la School of Culinary Arts (SCART) gracias a sus trabajos de modelaje, y se graduó como Pastry Chef y Chef Manager, además de obtener un lugar entre los tres primeros en el concurso Iron Chef Pastelería.

George Gómez también ha trabajado como modelo, llevando una dieta especial que le permitió crear postres sin azúcar.
George Gómez también ha trabajado como modelo, llevando una dieta especial que le permitió crear postres sin azúcar.



Sin embargo, durante su formación el joven recibió un diagnóstico que cambiaría su perspectiva: Intolerancia a la lactosa, al gluten y problemas de azúcar.

"Cuando compraba cosas que podía comer, sabían horrible, así que me dediqué a hacer cosas sanas y ricas", cuenta el chef, quien encontró en la pastelería sin azúcar su nueva pasión. Así llegó a especializarse con uno de los mejores chefs de Latinoamérica en este rubro y a trabajar en reconocidas pastelerías de Chile.

"Muy importante para mí es agradecer a mi mamá y mi papá por impulsarme siempre en la pastelería, a mi abuela que me ayuda mucho y a mi pareja Rodrigo, que me apoya incondicionalmente", expresa con gratitud este brillante artista culinario que, como socio de la Asociación de Chefs de El Salvador (ACESA), sigue innovando en la pastelería saludable y espera pronto abrir sus propios negocios tanto en Chile como en El Salvador.