El pasado 12 de junio, el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional-Sección El Salvador celebró los treinta y cinco años de la Constitución cumplidos en diciembre de 2018, y de la Sala de lo Constitucional, que se cumplirán el próximo mes de julio. Para ello organizó un conversatorio en el que participaron los ex magistrados José Enrique Argumedo y Rodolfo González, y el actual magistrado del Tribunal Constitucional, Carlos Sánchez.

El conversatorio fue moderado por nuestro presidente, y también exmagistrado de la Sala, Doctor René Hernández Valiente. En ese evento los ponentes hicieron un recorrido de estas tres décadas y media, y se expuso cómo, a través de la jurisprudencia de la Sala, ha evolucionado nuestra historia constitucional.

El Doctor José Enrique Argumedo recorrió distintas decisiones emblemáticas que durante su magistratura se tomaron desde la Sala de lo Constitucional. Recordó el caso del Hábeas Corpus a favor de Joaquín Villalobos, y cómo con él se comenzó a reprochar una costumbre judicial de emitir órdenes de detención sin motivación. También citó el caso de la detención de algunos alcaldes; y cómo con esa decisión la Sala reivindicó el papel de la Fiscalía General de la República como director de la investigación del delito.

Luego el exmagistrado Argumedo expuso que las tensiones entre la Sala de lo Constitucional y los otros órganos del Estado no son algo nuevo. Recordó cómo en su período se dejaron sin efecto las comisiones legislativas que pretendían investigar los fallos del Tribunal Constitucional; y citó el caso en que la Sala dejó sin efecto la destitución que hizo el expresidente Armando Calderón Sol del entonces Superintendente General de Electricidad y Telecomunicaciones.

Luego el exmagistrado Rodolfo González destacó cómo la actuación de la Sala de lo Constitucional ha ido provocando que la Constitución se impregne en toda la sociedad. Destacó que en la conformación 2009-2018 hubo un control constitucional inusualmente intenso, y explicó cómo éste respondió a que hubo acciones dirigidas a irrespetar los fallos judiciales por parte de otros órganos del Estado.

También señaló cómo, en efecto, la jurisprudencia constitucional es susceptible de ser modificada. Sin embargo destacó que “la buena jurisprudencia siempre tiene un efecto llamada”. Esas palabras explican los avances que han supuesto las decisiones de las distintas conformaciones del tribunal en estos treinta y cinco años.

Finalmente el magistrado Carlos Sánchez recordó su experiencia como juez en materia penal. Expuso cómo los cambios jurisprudenciales que se hacían desde la Sala de lo Constitucional, iban revolucionando la práctica judicial en el resto del sistema judicial.

Luego hizo una reseña sobre las principales decisiones que en estos meses iniciales ha adoptado la actual conformación de la Sala de lo Constitucional. Fueron particularmente interesantes sus palabras que señalaron la intensa deliberación en la sentencia del caso del Sitramss en cuanto a modular los efectos del fallo. Esas palabras transmitían a quienes vemos desde afuera el actuar de la Sala de lo Constitucional la dificultad que supone para los magistrados resolver ciertos casos de trascendencia nacional.

Es sumamente valioso escuchar la experiencia de quienes protagonizaron en el pasado la historia constitucional, así como de quienes la escriben hoy a golpe de sentencia. La perspectiva histórica nos ayuda a entender que, aunque hubo errores en el pasado y continuarán habiéndolos, el balance histórico es positivo. Vemos lo ocurrido en otros países de la región y podemos observar con orgullo que nuestro orden constitucional va evolucionando, tal vez con tropiezos, pero en una dirección democrática.

La Sala de lo Constitucional, a través de sus distintas conformaciones en estos treinta y cinco años, ha sido un pilar fundamental en este camino. Y el reto de continuar el legado que se ha construido en estas décadas recae sobre los hombros de los actuales magistrados del Tribunal Constitucional.

Es propio de la democracia que los ciudadanos y la comunidad jurídica mantengan una mirada crítica ante la Sala de lo Constitucional; pero también corresponde apoyar y defender al tribunal cuando dé buenos pasos. Solo así lograremos que se cumplan las palabras con que el Dr. Argumedo terminó su intervención: “Nunca más una Corte débil y sumisa, me niego a creer que eso pueda suceder”.