Cristiana Machado, llegó junto a su hijo de 10 años a visitar el zoológico, pero la seguridad del lugar le informó sobre el cierre. La salvadoreña dijo que la información es una sorpresa, ya que considera que el lugar es fundamental para el desarrollo y aprendizaje de los niños.
“El zoológico es lo el único lugar donde se puede conocer acerca de esta temática (flora y fauna). La verdad si me entristece un poco porque es un parque donde todos nosotros los adultos tenemos buenos recuerdos”, dijo Machado a Diario El Mundo.
Como Machado, otras personas viajaron desde el interior del país para visitar el parque, pero no lograron ingresar.
Ayer, durante la sesión plenaria, la Asamblea Legislativa aprobó un decreto que cerró el parque Zoológico Nacional después de 69 años de funcionamiento, además, la nueva ley permite el traslado de la colección de animales a un refugio y la indemnización de 150 % a sus empleados.
La Ley Transitoria de Compensación Económica para los Trabajadores del Parque Zoológico Nacional que establece que la reestructuración interna “en virtud del cierre de funcionamiento de dicho parque, debido a la creación del Instituto de Bienestar Animal y el cumplimiento de sus fines”, dice la ley aprobada.
Sindicato en contra
Ante el anuncio, el Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Cultura dijo estar en contra de la supresión de plazas y la indemnización que el Gobierno anunció. La secretaria general de ese gremio, Delmy Zaragoza, señaló que la preocupación de ellos es la inestabilidad laboral que ha surgido."Nosotros como organización estamos en contra de la supresión de plazas, aunque digan que va a ser el doble o triple que sea (la indemnización), porque estamos hablando de inestabilidad laboral", señaló Zaragoza.
La sindicalista dijo que se trata del trabajo de 35 empleados del zoológico, y con quienes no se ha dialogado ni negociado.
“No nos oponemos a los proyectos de Gobierno, al contrario, los apoyaríamos, siempre y cuando ellos se comprometan a la estabilidad laboral de los trabajadores y como organización les decimos que son tres parques recreo-educativos, el cual se compone Saburo Hirao, parque infantil de Diversiones y el Zoológico Nacional, en el cual se pueden reubicar los compañeros que dejen de laborar en el parque”.
Delmy Zaragoza
Secretaria general del sindicato del Ministerio de Cultura
Los sindicalistas reprocharon que ni la ministra ni la directora del zoológico han querido atenderlos este jueves “porque los trabajadores le quieren preguntar, cuáles son las plazas a suprimir”. Añadió que el objetivo del cierre del parque es “privatizarlo”.
“En el parque se paga $1 la entrada a Furesa se pagan $10 ¿qué le vamos a ofrecer a la población que quiera ver al os animales silvestres?”, añadió.
Unos 26 vendedores tenían permitido vender al interior del parque y ahora se quedan sin trabajo. Fotografía de Dennis Acosta
Daño colateral
Además de los empleados del Ministerio de Cultura que laboran en el parque Zoológico Nacional hay otros que también se quedarán sin su fuente de ingresos.
Afuera del parque, este lunes, también llegaron comerciantes de juguetes o recuerdos que aseguraron desconocer del cierre, pero que dicen serán afectados al no tener dónde vender.
“Yo vendo juguetes acá en las afueras del zoológico, pero con eso del cierre mis ventas se van a ver afectadas, porque no voy a tener a quién venderle, entonces para nosotros es una preocupación en nuestra fuente de empleo la que se está en este momento siendo afectada”, dijo Manuel Fernández.
El vendedor afirmó que, así como él, hay otros 26 vendedores que a los que se les permitía la venta dentro del Zoológico quienes se quedan sin un lugar para ofrecer sus productos.
El parque Zoológico Nacional abrió sus puertas hace 69 años, el 26 de mayo de 1953, durante la administración presidencial del coronel Óscar Osorio y según el sitio web del Ministerio de Cultura tiene una colección de más de 600 animales de 117 especies.
En julio de 2017, la entonces ministra de Cultura, Suecy Callejas, anunció el cierre temporal del parque tras la muerte de una leona y un tápir por supuesta negligencia en el cuido, mientras se hacía una auditoría que investigaba el caso. Luego, el parque volvió a abrir, pero sus empleados señalaban que las visitas cayeron, porque la población pensaba que el parque había sido cerrado definitivamente.
Ejemplares silvetres viven en la memoria de los salvadoreños con la elefanta "Manyula", quien falleció en 2010 o el hipopótamo "Gustavito", cuya muerte causó indignación en la población y la Fiscalía General de la República abrió un expediente para investigar las causas del deceso, del cual nunca hubo judicialización.
