La malaria, también conocida como paludismo, es una enfermedad potencialmente mortal transmitida por la picadura de mosquitos infectados del género Anofeles. Aunque es prevenible y curable, sigue afectando a millones de personas cada año, especialmente en regiones tropicales, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El paludismo no se transmite de persona a persona. La infección ocurre cuando un mosquito Anofeles hembra infectado pica a una persona y deposita parásitos Plasmodium en su sangre. Existen cinco especies que pueden causar la enfermedad, pero Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax son las más peligrosas. También puede transmitirse por transfusiones sanguíneas o por agujas contaminadas.

¿Cuáles son los síntomas de la malaria?

Los primeros síntomas suelen aparecer entre 10 y 15 días después de la picadura y pueden parecerse a los de otras enfermedades comunes, lo que dificulta su detección temprana. Los signos iniciales son:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Escalofríos

En algunos casos, estos síntomas son leves, especialmente en personas que ya han tenido paludismo antes. Sin embargo, la enfermedad puede evolucionar a un cuadro grave si no se trata a tiempo. Los síntomas graves incluyen:

  • Cansancio extremo
  • Confusión o pérdida de conciencia
  • Convulsiones
  • Dificultad para respirar
  • Orina oscura o con sangre
  • Coloración amarillenta de ojos y piel
  • Hemorragias anormales

Los bebés, niños menores de cinco años, mujeres embarazadas, personas con VIH o sida y viajeros sin inmunidad previa están en mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad.

La prevención se basa en evitar las picaduras de mosquitos y, en algunos casos, en el uso de medicamentos preventivos. Las principales recomendaciones incluyen:

  • Dormir bajo mosquiteros.
  • Usar repelentes con DEET, IR3535 o Icaridina.
  • Utilizar ropa que cubra brazos y piernas.
  • Mantener ventanas protegidas con mallas.
  • Usar vaporizadores o serpentines fumigantes.

Los viajeros a zonas endémicas deben consultar a un médico para recibir quimioprofilaxis, un tratamiento preventivo que debe iniciarse semanas antes del viaje y continuar después de salir de la zona de riesgo.

¿Cómo se trata la malaria?

La malaria siempre requiere tratamiento médico. La Organización Mundial de la Salud recomienda confirmar el diagnóstico mediante pruebas de laboratorio antes de iniciar la terapia.

El tipo de medicamento dependerá del parásito que cause la infección, la gravedad del cuadro, la edad del paciente, si existe resistencia conocida al fármaco en la zona y si la persona está embarazada. Entre los tratamientos más comunes están las terapias combinadas a base de artemisinina, las más eficaces contra P. falciparum; cloroquina, utilizada en algunas regiones donde P. vivax sigue siendo sensible al fármaco; y primaquina, que se añade para evitar recaídas en infecciones por P. vivax y P. ovale.

La mayoría de los tratamientos se administran por vía oral, aunque los casos graves pueden requerir medicamentos inyectados en un hospital.

Sin tratamiento, especialmente en casos causados por P. falciparum, la enfermedad puede volverse fatal en menos de 24 horas.

El diagnóstico y atención temprana reducen el riesgo de complicaciones, disminuyen la mortalidad y ayudan a frenar la transmisión.

El viernes, el Ministerio de Salud confirmó 107 casos de malaria en el país, importados desde la República Democrática de El Congo, en un grupo de más de 300 trabajadores salvadoreños que retornaron al país, sin embargo, la entidad negó que existan casos autóctonos.