Dr. Manuel Enrique Araujo Rodríguez.



El 4 de febrero de 1913 ocurrió un hecho sin precedentes en la historia de El Salvador: el asesinato de un presidente de la República. El magnicidio del presidente Manuel Enrique Araujo Rodríguez.

Aquella noche, el presidente asistía a un concierto de la banda de los Supremos poderes en la hoy plaza Gerardo Barrios. Lo acompañaban su sobrino Tomás Peralta y sus amigos Francisco y Carlos Dueñas. El presidente solía transitar en el centro de San Salvador y escuchar conciertos en el entonces Parque Bolívar (hoy Plaza Barrios).

Sentado en una de esas bancas fue que Virgilio Mulatillo, Fermín Pérez y Fabián Graciano, tres campesinos desconocidos, lo atacaron con machetes en un confuso incidente. Dos balazos también se escucharon durante el crimen.

Cinco heridas de machete y un balazo en el hombro lesionaron mortalmente al mandatario.

Ahí empezó su larga agonía. Hubo originalmente informes alentadores sobre su salud, pero el deterioro fue imparable. Finalmente el presidente falleció la tarde del 9 de febrero en el hospital Rosales.

Los tres atacantes fueron capturados y señalaron al mayor Fernando Carmona como el supuesto autor intelectual del crimen y este fue capturado. Pero Carmona murió extrañamente a los tres días de guardar prisión. La versión oficial fue por suicidio.

Trece días después del crimen, Mulatillo, Pérez y Graciano eran fusilados después de un juicio sumario.

Virgilio Mulatillo, uno de los asesinos materiales del presidente Araujo.


El Gobierno declaró 30 días de luto y el país se vio conmocionado. Más de 15 mil personas acompañaron las exequias del mandatario.

La causa del crimen nunca quedó totalmente esclarecida pero algunos lo atribuyen a una conspiración dirigida por el presidente guatemalteco Manuel Estrada Cabrera. Nunca hubo una investigación policial seria, la rapidez del fusilamiento de los tres campesinos y el suicidio del mayor Carmona generaron aún más dudas sobre lo sucedido. Otros indicios de conspiración de política interna fueron analizados durante la época y rumores de líos de faldas rondaron las causas del magnicidio.

Araujo era un médico de profesión graduado en la Universidad de El Salvador y luego formado en Francia. Su familia era de origen portugués que se estableció en el país. Durante su gobierno implantó una serie de reformas sociales y económicas, fundo la Guardia Nacional, estabilizó las finanzas públicas del Estado y fue un opositor al endeudamiento externo. Durante su administración se decretó por primera vez una Ley de accidentes de trabajo y se opuso a la intervención militar estadounidense en Nicaragua.