El estudio, difundido en diciembre pasado en la revista de la CEPAL, es una evaluación de la exposición de la población y los hospitales al aumento del nivel del mar en las zonas costeras bajas por el calentamiento de los océanos y el deshielo de los glaciares.
La investigación identificó cuántas personas latinoamericanas viven en zonas costeras expuestas a una elevación de entre cero a 10 metros por encima del nivel del mar a través de datos satelitales y modelos avanzados de población.
Una zona de baja elevación se define como una región cercana a la costa a menos de 10 metros sobre el nivel del mar, cuya población es “sumamente sensibles” al aumento del agua y los fenómenos relacionados al cambio climático –como mareas altas marejadas ciclónicas–, que tendrán efectos negativos sobre la población y la movilidad humana.
Según los resultados, al menos 186,793 salvadoreños viven en zonas costeras con una elevación de hasta 10 metros sobre el nivel del mar, equivalente a un 2.7 % de la población salvadoreña estimada en 6.8 millones.
De estos, 103,310 se encuentran en una franja costera con una elevación de hasta cinco metros, mientras que 83,482 viven en regiones de 5 a 10 metros por arriba del mar.
Asimismo, el estudio encontró que El Salvador tiene tres hospitales expuestos al aumento en el nivel del mar, equivalente a un 1.6 % de los 183 nosocomios que se registran a nivel nacional.
Escenarios
A nivel regional, el estudio encontró que más de 41 millones de personas y 1,448 hospitales de América Latina y el Caribe se encuentran en riesgo por la elevación del mar.Basado en las observaciones de la NASA, el estudio plantea que el nivel del mar ha aumentado en alrededor de 20 centímetros desde 1880 a nivel mundial, pero lo peor está por venir porque se espera que suba entre 10 y 120 centímetros más de aquí hasta 2,100, dentro de 25 años.
“Este fenómeno no es solo una predicción para el futuro distante, sino una realidad inminente con profundas consecuencias para las poblaciones de las zonas costeras”, señaló el reporte.
De igual manera, la investigación recordó que el calor extremo y el cambio climático tienen consecuencias devastadoras en las mujeres y las niñas porque se encuentran más expuestas a tener mortinatos, aumento de inseguridad alimentaria, incremento en la violencia de género, matrimonios infantiles y desplazamiento.