Un informe del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn), del viernes anterior, señala que debido a la llegada del fenómeno de “El Niño”, se confirma el pronóstico del desarrollo de sequía meteorológica y la canícula para finales del mes de julio e inicios de agosto próximo.

La semana pasada, la Oficina Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) anunció que las condiciones de “El Niño” ya están conformadas en los océanos, y que se fortalecerán en los próximos meses.

El informe elaborado por el gerente de meteorología, Pablo Ayala, y el especialista en clima, Napoleón Galdámez, del Observatorio Ambiental del Marn, retoma el reporte de la NOAA y explica que el pronóstico de la sequía y la canícula se confirman, debido a la influencia que el fenómeno tendrá en El Salvador.

La sequía meteorológica es definida por el Ministerio, como el periodo prolongado sin lluvias o con lluvias menores a la media, durante el invierno.

Esta puede ser catalogada como sequía débil, si hay entre cinco y 10 días secos consecutivos; sequía moderada, cuando hay entre 11 y 15 días secos consecutivos; sequía fuerte, cuando hay más de 15 días secos seguidos.

Por otro lado, la canícula ocurre durante los meses de julio y agosto, y consiste en la reducción “notable” de la lluvia, durante la época invernal.

“El Niño” es un fenómeno climático natural, que se caracteriza por el calentamiento de la superficie del océano Pacífico oriental ecuatorial. Y aunque el Marn adelantó desde principios del año que habría transición de La Niña a El Niño, los especialistas han ido actualizando la situación.

Un informe de abril sobre el Fenómeno de El Niño Oscilación del Sur (ENOS) elaborado por el Marn indicaba que las temperaturas del mar Pacífico occidental, ecuatorial central y oriental siguió aumentando y advertía de un 62 % de probabilidad de su desarrollo para mayo y julio de este año.

La lectura del Observatorio Ambiental explica que la transición del fenómeno ocurrió “más rápido de lo previsto” por los científicos internacionales, y causó alteraciones de las lluvias en mayo “en muchas regiones del planeta”, incluyendo a El Salvador.

“El fortalecimiento del fenómeno El Niño se mantendrá en el ritmo esperado durante este año, por el momento la mayor parte de los modelos climáticos indican esa tendencia y las mayores probabilidades son para los meses entre septiembre 2023 y enero 2024”, indica el último informe local.

¿Y lloverá?

Sí. El Marn espera que para el mes de junio las lluvias tengan una especie de normalización con la llegada de la época de huracanes y los sistemas que se forman desde el océano Atlántico, sin embargo, explica que las tormentas de finales de mayo e inicios de junio han sido provocadas por la influencia del océano Pacífico.

También indican que las lluvias pueden ser de intensidad fuerte, pero poca en la acumulada mensual durante el invierno.

Durante la presentación de la perspectiva climática para este año, el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, señalaba que el promedio de lluvia anual rondaba los 2,000 milímetros, sin embargo, para 2023 se espera que ronde los 1,800 milímetros, una disminución de entre el 10 y el 20 %.