“Justo un par de semanas después que él empezó a hablar de todas las vulneraciones que estuvo viviendo al interior de la prisión, es que la Fiscalía General de la República solicitó ante el tribunal que se le pueda revertir las medidas sustitutivas que él tiene en condición de estar en libertad”, aseguró la presidenta de la APES, Angélica Cárcamo.
Víctor Barahona, relató que estuvo en prisión más de 11 meses capturado bajo el régimen de excepción, acusado de agrupaciones ilícitas, pero fue puesto en libertad tras no encontrar evidencias en su contra.
#Urgente | El periodista Victor Barahona llega al Centro Judicial Isidro Menéndez, donde ha sido citado por el Tribunal Segundo contra el Crimen Organizado de San Salvador, a una audiencia solicitada por la @FGR_SV quien pidió una nueva orden de detención. pic.twitter.com/a3lBZ4H4vM
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"Soy inocente", reitera el periodista Victor Barahona quien sostiene que la conferencia de prensa que dio el 10 de julio lo hizo "por ustedes colegas, porque no quiero que otro periodista pase lo que yo viví, el infierno". pic.twitter.com/JO9KoC3vig
Barahona denunció ante los medios de comunicación lo sucedido en la cárcel, y que su captura fue consecuencia de ejercer periodimos crítico en sus programas.
El abogado defensor, Oswaldo Feusier, de la clínica de asistencia jurídica de la APES, explicó que según el citatorio, la Fiscalía argumenta que tiene elementos nuevos para revertir las medidas sustitutivas a la detención, pero sin explicar cuáles.
“Esta audiencia se nos notificó ayer a la 1:00 de la tarde, no se nos detalló cuáles son esos elementos, de hecho creo que ni el tribunal los tiene, se presentarían hasta el día de ahora, esos elementos con los que Victor se está jugando la libertad”, dijo el abogado.
“Se presentará porque sabe que no ha hecho nada, y como dicen: ‘El que nada debe, nada teme” , resaltó el abogado, al mismo tiempo que destacó que la audiencia tiene las características de ser ilegal.
“Soy inocente”
A su llegada al Centro Judicial Isidro Menéndez, el periodista Víctor Barahona, reiteró que es inocente y por eso enfrenta a la justicia.“Soy inocente, todavía creo en la justicia salvadoreña, lo vuelvo a repetir a la comunidad nacional e internacional: soy inocente, y solo quiero que se respete mis derechos humanos en El Salvador y que se me siga un proceso justo como tiene que ser, nada más” afirmó Barahona.
Afirmó que espera salir bien de la audiencia, resaltando que las declaraciones que dio luego de su salida del centro penal fue por los periodistas.
“La conferencia de prensa que hice hace un par semanas (10 de julio) , lo hice por ustedes porque no quiero que otro periodista pase lo que yo viví en el infierno”, destacó.
“Lo que yo he contado es lo que yo viví, el infierno en ese lugar, el acoso que tu tienes, la tortura psicológica...las injusticias que se dan en este país, lo vuelvo a decir: ¿dónde está la libre expresión en este país? no hay...Sé que no llevo nada a favor con este sistema, pero primero Dios vamos a salir adelante”.
Víctor Barahona,
Periodista procesado bajo el régimen de excepción.
Gabriela Santos del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeon Cañas (IDHUCA) explicó que el caso contra Barahona es un ejemplo de la instrumentación de la justicia, y mediante el régimen de excepción se amedrenta, silencia, se genera zozobra y miedo.
“Las personas inocentes están intentado dar la cara, así como el caso de Víctor Barahona, es lamentable como no se protege los derechos de las personas y sobre todo de un grupo que está en condiciones de vulnerabilidad como es el gremio periodista”, dijo Santos.
por su parte, Jonathan Cisco, de Cristosal, que en el caso se ha acreditado que Barahona es un periodista comunitario, es decir, una profesión lícita, y lo único que ha hecho es ser testigo presencial y víctima a la vez de actos de tortura de tratos inhumanos durante su captura en el régimen de excepción.
Recientemente, Barahona denunció públicamente que estuvo en prisión desde el 10 de marzo de 2022 hasta el 19 de mayo de 2023, primero en el penal de Mariona y luego en la penitenciaría de Izalco.
“En este país, compañeros, colegas, ser periodista es delito. ¿Por qué estoy aquí? Es que no quiero que se repita; hacer periodismo investigativo, en este país, o llevar un funcionario a tu programa e incomodar, ya te vinculan con pandillas”, afirmó Barahona el pasado 10 de julio en la conferencia de prensa, donde relató los vejámenes que se cometen al interior de las prisiones salvadoreñas.
El 5 de mayo reciente fue puesto en libertad bajo medidas, pero sigue procesado, sin saber bajo qué argumento fiscal.
La gremial de periodistas salvadoreños declaró este lunes que durante el régimen de excepción ha documentado denuncias por agresiones a más de 222 periodistas que han recibido 385 agresiones, seis de cada diez agresiones registradas durante 2022 provinieron de autoridades o miembros del Estado salvadoreño.
Niegan persecución
El pasado 14 de julio, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el comisionado presidencial para los derechos humanos y la libertad de expresión, Andrés Guzmán, rechazó que en El Salvador existan persecución contra los periodistas, durante el régimen de excepción.“Rechazo de manera general y clara todas las afirmaciones que han hecho las diferentes personas que se han referido esta mañana al hecho que en El Salvador existen torturas, existen violaciones a la libertad de expresión, que existen seguimientos o algún tipo de acoso contra periodistas, esto no se ha evidenciado”, aseguró Guzmán durante la audiencia de la CIDH a la que fue citado en Estado salvadoreño.
Guzmán defendió que su comisión ha solicitado la información sobre denuncias de agresiones físicas, psicológicas y seguimientos contra periodistas, que haya recibido la Fiscalía General de la República y a la Procuraduría, “siempre ha sido que no hay una tan sola denuncia a la fecha”, afirmó Guzmán, de origen colombiano.
El 15 de enero de 2022, la APES interpuso dos avisos ante la Fiscalía salvadoreña para que investigara el espionaje y vulneraciones que sufrieron 35 periodistas en sus teléfonos, donde compartían contenido noticioso.