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El Papa ha afirmado que los políticos que se enfurecen contra los homosexuales, los judíos y los gitanos le recuerdan a Hitler. "No es una casualidad que a veces resurjan los símbolos típicos del nazismo", ha dicho Francisco en un discurso a los participantes de una conferencia internacional sobre ley criminal celebrado en Roma.

"Y debo confesarles que cuando escucho un discurso (de) alguien responsable del orden o de un gobierno, pienso en los discursos de Hitler en 1934, 1936", ha añadido improvisando estas palabras y saliéndose de su texto preparado.

El Papa ha lamentando que la persecución de judíos, gitanos y personas de tendencias homosexual sea algo "recurrente" y ha lamentado que "representan 'por excelencia' una cultura de basura y odio". "Eso pasó en aquellos días y hoy está ocurriendo otra vez", ha avisado.

Sus reflexiones llegan en un momento de polémica en Italia en el que a la senadora judía Liliana Segre de 89 años, que es una de las últimas supervivientes del campo de concentración de Auschwitz, han tenido que ponerle escolta las autoridades italianas por haber recibido más de 200 amenazas al día. El pontífice no se ha pronunciado directamente sobre este caso, pero sí ha decidido improvisar unas palabras fuera del guión previsto para denunciar estos ataques.

En la audiencia general del pasado miércoles, el Papa lamentó el resurgir de actitudes antisemitas de las que ha dicho que "no es humano, ni cristiano" al tiempo que celebró que en "momentos feos y tiempos de persecución" se ponen en marcha ejemplos de acogida con los que "arriesgan la cabeza".

"En el siglo pasado hubo muchas brutalidades contra el pueblo judío. Todos estábamos convencidos de que eso ya se había acabado, pero hoy comienza a renacer aquí y allá la costumbre de perseguir a los judíos. Hermanos y hermanas, eso no es humano ni cristiano. Los judíos son hermanos nuestros y no se persiguen. ¿Entendido?", dijo el Pontífice.