El subsecretario de Estado de Estados Unidos para el hemisferio occidental, Brian Nichols, informó que El Salvador recibirá $125 millones de asistencia del gobierno de Estados Unidos en el presupuesto del año fiscal 2024.

Nichols afirmó que El Salvador es un país “con profundos lazos con los Estados Unidos” y que EE.UU. está comprometido a “atender las necesidades” de los salvadoreños.

“Ha habido una mejora sustancial en la seguridad y El Salvador en el transcurso de los últimos dos años, pero también hay una preocupación significativa sobre el debido proceso y el respeto de los derechos humanos en El Salvador”, subrayó el funcionario en su declaración al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

La congresista republicana María Elvira Salazar criticó que el presidente Joe Biden rechazó la visita del presidente Nayib Bukele, quien “heredó el país más peligroso de América Latina y en tres años lo ha convertido en un refugio seguro para el turismo y la inversión extranjera”.

Una mejora sustancial en la seguridad pero también hay preocupación significativa sobre debido proceso y respeto de los derechos humanos”. Brian Nichols, subsecretario de Estado de EEUU

Polémica: política hacia El Salvador.

Nicholson aseguró que, en Centroamérica, “gobiernos antidemocráticos están cerrando el espacio” y que EE.UU. ha aumentado la colaboración “con la sociedad civil local y medios independientes para combatir la corrupción, el crimen y la impunidad” en la región.

La congresista María Elvira Salazar, quien criticó que el gobierno de Biden ignora a los “aliados” del hemisferio, le dijo que, cuando Nicholson se refiere a gobiernos antidemocráticos, desearía que hable de Nicaragua, Venezuela o Cuba, pero que hablaba de El Salvador y Guatemala.

“Lo que está diciendo es que no van a trabajar con los fiscales generales de Guatemala y El Salvador, ellos están a cargo de combatir las drogas, crimen”, le reclamó, “ustedes van a cancelar dos de los países claves en Centroamérica, ¿por qué?”, le preguntó.

El funcionario de EE.UU. respondió que continúan trabajando “con ambos gobiernos” en el combate al narcotráfico y que ambos han recibido sanciones por personas “antidemocráticas o corruptas”.

Salazar le respondió a Nicholson que hay personas con las que EE.UU. trabaja “todo el tiempo” como Venezuela, Cuba y Nicaragua. “Yo entiendo que no hay santos en el hemisferio pero tenemos que trabajar con El Salvador y Guatemala por nuestro propio beneficio y nuestros intereses, parando el fentanilo, ¿cómo podemos trabajar con estos dos gobiernos; de acuerdo con su declaración ustedes no van a trabajar con sus fiscales generales porque son de gobiernos antidemocráticos”, le insistió. Nicholson le dijo: “De hecho estamos trabajando con ambos de estos gobiernos”.

Yo entiendo que no hay santos en el hemisferio pero tenemos que trabajar con El Salvador y Guatemala por nuestro propio beneficio y nuestros intereses”. María Elvira Salazar, congresista EEUU

“Encontraremos con quién trabajar”.

El subsecretario dijo que están “trabajando con la Policía Nacional, con seguridad civil” y “aquellos fiscales que creemos que pueden ser útiles y no están trabajando de manera antidemocrática o corrupta; sí, encontraremos gente con quién trabajar”, indicó.

La congresista le cuestionó por qué consideraba a Honduras menos corrupta que El Salvador y Guatemala.

Nicholson le respondió que ellos tienen que encontrar “maneras de trabajar” con estos dos países en donde es “crucial” combatir el narcotráfico, “combatiendo la corrupción” y que deben “apoyar las instituciones democráticas” y “encontrarán” los actores en estos gobiernos para hacerlo.

Estado de Derecho.

Nichols dijo que en Centroamérica buscan reducción de la migración irregular, de influencia de las pandillas y el crimen, y que la Oficina Internacional de Asistencia Antinarcóticos y Cumplimiento de la Ley (INL) busca que “los socios en la región sigan comprometidos con el Estado de Derecho y los sistemas basados ​​en reglas” y que “deben ser conscientes de los riesgos de asociarse con la República Popular China (RPC) en lugar de los beneficios de los Estados Unidos”.