El presupuesto para el rubro de educación es el que más aumentará en 2021. /DEM


La Fundación Salvadoreña de Desarrollo Económico y Social (Fusades) advierte que los límites de recursos del Estado, por sobrestimación de la carga tributaria, pone en riesgo las inversiones sociales que se han planteado en el presupuesto para 2021.

Fusades, al igual que otros tanques de pensamiento como Funde o el ICEFI, advirtió desde que se presentó el anteproyecto del presupuesto de 2021, en septiembre del año pasado, que el documento presentaba una subestimación de ingresos y omisión de gastos por hasta $924.5 millones.

En una nota de presentada este lunes, la institución indicó que sin tomar en cuenta los fondos para pensiones se plantea destinar cuatro de cada $10 para el presupuesto de desarrollo social en las áreas de educación, ciencia y tecnología (42.8 %), y salud (33 %).

“Aunque los incrementos en inversión social son deseables, por sí mismos no constituyen una garantía. Prevalece el desafío de lograr un balance entre atender necesidades sociales y la frágil situación financiera del país", destaca Fusades en su nota en la que insiste en corregir las "graves distorsiones" del presupuesto.
Está en riesgo la capacidad de país para realizar las inversiones sociales y en infraestructura propuestas, en un contexto de reactivación económica con recaudación fiscal limitada y alto endeudamiento”.
Fusades
Nota

En el presupuesto para el desarrollo social sin pensión se espera invertir $3,142.1 millones en 2021 y equivale al 42.2 % del Producto Interno Bruto (PIB). La cifra plantea un incremento de $627.5 millones contra los $2,514.6 (el 39.1 % del PIB).

Los mayores incrementos se observan en el rubro de educación al pasar de un presupuesto de $1,039.2 millones en 2020 a $1,345.9 millones en 2021, un alza de $306.6 millones.

El segundo rubro de mayor incremento es salud. El presupuesto planteado para 2021 es de $1,037.6 millones y equivale a $279.7 millones adicionales a los $757.9 millones registrados en 2020.

También se incrementa el presupuesto para los gobiernos municipales (sube $57.4 millones), y la cartera de Cultura ($1.5 millones adicionales). Baja la asignación para Presidencia (-$1.3 millones), Vivienda (-$1 millón), desarrollo local (-$900,000), FISDL (-$14.5 millones).