La tensión en Medio Oriente tendrá un impacto directo hacia el alza en los precios de referencia de los combustibles comercializados en El Salvador durante el próximo mes, advirtió la Asociación de Distribuidoras de Estaciones de Servicio (Adepetro).

El petróleo es una materia prima que se comercializa a través de los principales mercado del mundo, y al cierre de la sesión de la Bolsa de Valores de Nueva York, el viernes pasado, su precio se disparó con un incremento de 3.1 %. Esto ocurrió tras la muerte del general iraní Qasem Soleimani en un ataque estadounidense en Irak, y que desencadenó un recrudecimiento de las tensiones en Oriente Medio.

En El Salvador, el Ministerio de Economía (Minec) es la institución encargada de fijar los precios de referencia para la venta de diésel bajo en azufre, la gasolina especial y la regular con base al promedio del valor cotizado en las dos últimas semanas. Ya que el país es un importador de estos productos, su margen de maniobra es reducido y los costos locales responden de manera directa al comportamiento del mercado internacional.

La tensión en Medio Oriente influirá en los precios de los combustibles que se anunciarán el próximo 13 de enero, pero el incremento más alto se observaría hasta la quincena comprendida entre la última semana de este mes y la primera de febrero, vaticinó Sergio Recinos, presidente de Adepetro.

La relación diplomática entre Estados Unidos y el Estado iraní se han mantenido en tensión por décadas, con un punto de quiebre tras el ataque de septiembre pasado -supuestamente respaldado por Irán- a pozos petroleros y plantas de refinamiento en Arabia Saudita, aliado del Gobierno estadounidense.

De esa forma, advirtió el vocero de la gremial, los precios para el próximo mes en los hidrocarburos también reflejarán una “escalada en el conflicto” de Medio Oriente, ya sea por la tensión con Estados Unidos, por una posible represalia de Irán hacia las centrales petroleras de Arabia Saudita o por la imposición de sanciones en el paso de los buques petroleros en Ormuz.

“Esa área geográfica del mundo es clave para el precio del petróleo” porque Irán controla una parte del estrecho de Ormuz, un punto estratégico para movilizar navíos y por donde transita la quinta parte del crudo del mundo. Además, el pueblo iraní es el segundo mayor productor de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).



Productos más caros

“Todo indica que estamos ante una escalada de precios para El Salvador porque prácticamente lo que hacemos nosotros es importar petróleo”, tomando a base el WTI que cerró el viernes pasado en $63.05, su precio más ato desde mayo de 2019.

Pese a que se espera un incremento en el costo de los combustibles, Adepetro no prevé que sea igual al alza reportada tras el ataque a Arabia Saudita del año pasado con niveles no vistos desde la Guerra del Golfo de 1991. Esto ocurre, explicó, porque ahora el “panorama ha cambiado” debido a que Estados Unidos tiene mayor control en los precios por sus inventarios de crudo.

Además de los precios de los combustibles, que impactan de manera directa en el costo de transporte, esta situación también tiene incidencia en el valor del gas licuado de petróleo (GLP), insumo clave para la preparación de alimentos de las familias salvadoreñas.

De igual forma, en El Salvador aún se cuenta con una gran participación de la generación de energía térmica (a base de búnker) y el diésel es uno de las materias primas principales para el rubro de manufactura.

 

Impacto

¿Cómo podría afectarnos?



Combustibles más caros

El primer impacto que se observaría es en el precio de los combustibles. Adepetro espera incrementos para las próximas dos quincenas y, de aumentar la tensión en Medio Oriente, la escala al alza continuará.



Alza en el gas

El precio fijado en el cilindro del gas licuado de petróleo (GLP) también se maneja según los valores cotizados en el mercado internacional. El gas es un insumo clave para la preparación de alimentos de las familias salvadoreñas.



Importación

El Salvador es un comprador de los derivados del petróleo. Con el bajo dinamismo en las exportaciones, incrementar las importaciones conlleva a un alza en el déficit comercial. Hasta noviembre de 2019, el país pagó $1,379.3 millones por la factura petrolera.