Productores en Tonacatepeque implementan prácticas para una agricultura sostenible, como la cosecha de agua y uso de abonos orgánicos.


A sus 48 años, José Odilson Anzora asegura que no deja de aprender. Dedicado a la agricultura desde su juventud, Anzora es parte de un grupo de agricultores en Tonacatepeque que aplican técnicas para una producción sostenible y resiliente al cambio climático.

Anzora vive en el cantón Malakoff, de Tonacatepeque, donde 300 familias aprenden prácticas para una agricultura sostenible a través de un programa de la Alianza NutrES, conformada por el Centro de Apoyo de Lactancia Materna (CALMA), el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) y la Asociación de Beneficiarios del Agua de la Zona Norte de Tonacatepeque (Abazorto).

A través de esa alianza se comparte con los productores técnicas para elaborar abonos orgánicos, producción de repelentes naturales, uso de suelos mediante prácticas ecológicas y fortalecimiento de las capacidades de los agricultores, además de producir medicina natural, cosechar agua, y deshidratar plantas y frutos.
El agricultor tiene la ventaja que puede sembrar sus cultivos, agarrar de ahí para comer y trabajar de ello. Además de abastecer el mercado”. Odilson Anzora, Agricultor

Anzora aseguró que gracias al apoyo de Abazorto mejoró las prácticas en cultivos, que son fundamentalmente de güisquil, rábano, naranja, limón, aguacate, nance, zapote, marañón, guineo, piña, yuca, plátano, mora y chipilín.

Esto le permite no solo aumentar su producción para consumo familiar, sino ganar nuevos compradores. “Les he estado abasteciendo a las vendedoras que van a vender al mercado y es así como yo he estado comercializando la verdura que cultivo, generando ingresos en mi hogar”, dijo Anzora.

Productos medicinales y alimentos elaborados por los productores.

Apoyo a la economía familiar.


Ana Blanco, directora ejecutiva de CALMA, explicó que dicha alianza trabaja desde el 2014 en brindar capacitaciones a los productores para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Tonacatepeque bajo la primicia que “la formación de los agricultores es realmente importante para sacar adelante no solo la economía familiar, sino que también la economía del país”.

La práctica de una producción sostenible permite obtener productos frescos sin uso de químicos, el cual genera un ahorro económico en las familias y sus comunidades.
No hay duda de que tenemos que tratar de garantizar la soberanía y seguridad alimentaria a favor de nuestras comunidades”. Danilo Pérez, director ejecutivo de CDC

La Alianza NutrES desarrolla más de 70 talleres, uno de ellos impulsa la importancia de la lactancia materna para el crecimiento de los niños en el cual “nos enseñan a cómo las madres debemos alimentar a los hijos”, dijo Nelys Melania, participante de las capacitaciones.

José Odilson Anzora muestra un racimo de guineos.


Los talleres prácticos son dirigidos a madres de familia, mujeres embarazadas y lactantes, donde se promueve la utilización de insumos existentes en la comunidad como la moringa, hierba buena, la chaya, entre otros alimentos que aportan altos valores nutricionales.
La formación de los agricultores es importante para sacar adelante no solo la economía familiar, sino que también la economía del país”. Ana Blanco, directora ejecutiva de CALMA

De igual forma, se impulsa la elaboración de medicinas naturales para afrontar la pandemia del covid-19 y sus efectos.

A la fecha, más de 300 familias han sido beneficiadas a través de las capacitaciones que la alianza brinda y los participantes aseguran que pueden sostener a sus familias y la comunidad con estas actividades.