Francisco Manzur también fue precandidato a presidente de Arena.

El Tribunal de Primera Instancia de Arena suspendió este martes a Francisco Manzur como miembro del partido Arena por tres meses y lo inhabilitó por el mismo periodo para optar a cargos de elección popular, lo cual lo dejaría fuera de la carrera interna por la alcaldía de San Salvador.


Con la resolución, el alcalde actual, Ernesto Muyshondt, quedaría como único contendiente para elegir al candidato a alcalde de San Salvador de Arena este sábado 25 de julio.


El tribunal indicó en su resolución que Manzur cometió la infracción grave contra el artículo 133 literales a, c y d de los estatutos de Arena, que indican que es infracción grave no trabajar activamente por el engrandecimiento del partido, debiendo observar armonía; no actuar de manera fraterna, con respeto y cortesía hacia los miembros del partido; y dañar el honor, la intimidad personal y la imagen de los miembros y autoridades del partido.


Según la resolución, el Tribunal recibió una denuncia el 15 de julio sobre estas declaraciones de Manzur: “Creo que el alcalde ha tomado un plan de destrucción de nuestro partido y no de defensa de nuestros deberes como areneros”.


El 17 de julio, recibió otras denuncias de declaraciones que decían: “Ernesto Muyshondt ahora es considerado tránsfuga porque ha traicionado los principios del partido… ya no representa más a Arena”.


El 17 de julio, el Tribunal admitió una denuncia contra Manzur a quien le advirtió debía abstenerse de dar declaraciones que dañen a otros miembros del partido o pongan en riesgo la integridad del proceso electoral interno.


El 19 de julio, el Tribunal inició un procedimiento para investigar si una publicación de Manzur en Twitter incumplía la prevención ante denuncias recibidas y abrió a pruebas el proceso hasta el 21 de julio.


El 20 de julio, el Tribunal de Arena citó a Manzur, quien manifestó que su cuenta había sido usurpada y manifestó que el mensaje decía: “La alcaldía de San Salvador debe ser dirigida por un nacionalista de verdad, uno que no represente la politiquería ni la expresión de las élites, uno que no tenga vínculo alguno con la corrupción”.