Los presidentes de los argentinos Boca Juniors, Daniel Angelici, y de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, aceptaron la fecha prevista por la Conmebol para los partidos de ida y de vuelta de la final por la Copa Libertadores 2018, dijeron en conferencia de prensa conjunta.
Las finales se disputarán en Buenos Aires el 10 de noviembre a las 17H00 locales (20H00 GMT) en la Bombonera y el 24 a la misma hora en el estadio Monumental, según el cronograma de la Conmebol.
Tanto Boca como River impulsaron gestiones ante la Conmebol para lograr un cambio de día de manera tal que ambas finales se disputaran los domingos 11 y 25, pero sin resultado.
"Tanto Boca como River hicimos nuestras gestiones, pero hay razones que ha marcado Conmebol y cuestiones de seguridad por las cuales se resolvió que los partidos fueran esos días y en ese horario", remarcó el presidente de River.
Angelici admitió que aceptaron la decisión a regañadientes.
"Nos hubiera gustado la consulta previa a la AFA (Asociación del Fútbol Argentino)", se quejó el presidente de Boca.
En ambos casos, los partidos se disputarán sin público visitante, según el acuerdo al que llegaron los clubes en una reunión en la AFA, anunció su presidente Claudio Tapia en la rueda de prensa que ofreció este lunes junto a D'Onofrio y Angelici.
"Boca y River han llegado a un acuerdo para que se dispute sin la presencia de público visitante(...) a pesar del atractivo internacional" que suscita el partido, según el acta que leyó Tapia.
"Es un orgullo para el fútbol argentino poder vivir esta fiesta. Convocamos a simpatizantes, hinchas y socios a vivir esto como una fiesta popular, somos rivales no enemigos", añade el texto que firmaron los dirigentes.
- "Trastorno deportivo y logístico" -
La fecha de esta inédita final entre los dos equipos más populares de Argentina estaba pautada inicialmente para los días 7 y 28 de noviembre.
Pero tuvo que ser modificada por cuestiones de seguridad, debido a la cercanía con la cumbre del G20, a la que acuden líderes mundiales como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Rusia, Vladimir Putin, que se realizará en Buenos Aires los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre.
Igualmente, en el campo meramente futbolístico también las fechas son un dolor de cabeza.
"En Argentina se está desarrollando el torneo de Superliga y hacía mucho tiempo que no se programaban con anticipación los partidos", comentó Angelici.
Ambos clubes habían argumentado razones religiosas de los socios judíos que no iban a poder asistir al juego por el Shabat si se disputada un sábado.
"Se hizo el pedido formal, pero lamentablemente quedó el sábado 10 y 24", dijo Angelici.
A su turno el presidente de la AFA admitió que las finales "van a ocasionar un trastorno deportivo y logístico" en el calendario del fútbol local.
"Son 55 partidos que se programan en todo el país, hay que reprogramar todo", se quejó.
De todas formas los tres dirigentes llamaron a vivir las finales como una fiesta del fútbol, pasión de multitudes en Argentina.
"Es un partido que se está dando por primera vez en la Copa Libertadores porque antes los equipos argentinos se eliminaban obligatoriamente. Todos los hinchas tenemos que disfrutarlo mucho. Es un honor jugar la final de la Copa más importante que tiene América", dijo D'Onofrio.