La elaboración de este plan pretende agilizar el comercio regional de mercancías. /DEM
La Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) estudia un plan para retomar el flujo de transporte de carga en la región, interrumpido por las medidas sanitarias para contener la propagación del nuevo coronavirus, informó este viernes el organismo de integración.
La elaboración del plan ocurre tras una semana marcada por reclamos de varios países centroamericanos a Costa Rica, que endureció el ingreso de transportistas tras detectarse casos positivos de Covid-19 en camioneros, lo que provocó que cientos de vehículos quedaran varados en las fronteras.
El protocolo de bioseguridad busca "solventar el problema de transporte de carga en la región y garantizar la fluidez del comercio en Centroamérica" ante la pandemia del coronavirus, señaló la SIECA en un comunicado.
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Las medidas, que pretenden garantizar el abastecimiento de los países del istmo, serán sometidas a discusión el próximo lunes por los consejos de ministros de Economía y Salud de la región, destacó, sin detallar las acciones preliminares del protocolo.
El martes, la Federación de Cámaras y Asociaciones de Exportadores de Centroamérica y El Caribe (Fecaexca) manifestó su preocupación por las restricciones de ingreso a transportistas impuestas por Costa Rica, al considerar que limitan el comercio intrarregional y provocan pérdidas millonarias.
Ese mismo día, el ministro costarricense de Salud, Daniel Salas, defendió el incremento de los controles sanitarios y negó que su intención fuera afectar el comercio regional. Las autoridades de Costa Rica propusieron a empresarios y gobiernos de Centroamérica un plan piloto con tres opciones.
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La primera opción es que el transportista centroamericano deje su carga en la frontera, la segunda que un camionero local la recoja para continuar su entrega en Costa Rica, y la tercera que el transportista ingrese a Costa Rica con la carga y la deje en un almacén fiscal.
La propuesta también estipula la formación de caravanas de unos 50 furgones custodiados por la policía para garantizar el cruce sin contacto con la población entre Nicaragua y Panamá.