El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteraba la semana pasada que la gobernanza económica y transparencia fiscal son factores clave para un eventual programa de financiamiento al Gobierno salvadoreño. La declaración del portavoz del Fondo es sumamente clave para el futuro de las negociaciones tan necesarias para la estabilidad macroeconómica del país.


Un hecho positivo es que las conversaciones continúan y una revisión sobre el desempeño económico y fiscal por parte de una misión del Fondo está a la vista, según el FMI. El Gobierno propuso al FMI un programa crediticio de Facilidad de Servicio Ampliado (SAF) por hasta $1,300 millones, financiamiento que utilizará para cumplir sus compromisos mientras realiza un ajuste fiscal de hasta cuatro puntos del Producto Interno Bruto (PIB) a través de reformas estructurales que fomenten el crecimiento inclusivo, garantizar la estabilidad financiera, la sostenibilidad fiscal. Los SAF tienen períodos de reembolso más largos que otros mecanismos del FMI.


De ahí que el FMI advierte que la gobernanza económica, especialmente la transparencia fiscal y las medidas anticorrupción, seguirán siendo clave para un acuerdo que se busca desde el año pasado. Los inversionistas que interactúan en el mercado están atentos a las negociaciones pues un programa con el FMI daría certeza que se realizará un ajuste fiscal para reducir el alto nivel de endeudamiento del país.


Esperemos que el Gobierno logre alcanzar este acuerdo tan delicado y tan necesario para la estabilidad macroeconómica del país y para resolver los compromisos financieros que se tienen pendientes en el futuro cercano.