El médico salubrista Francisco Erazo Cadena indicó que este periodo reflejó la importancia de servicios sanitarios como el nivel primario de atención, que centra su trabajo en las comunidades, así como la inversión en el rubro para generar menores ingresos hospitalarios que son “esenciales para cualquier pandemia”.
De igual manera, según el epidemiólogo Alfonso Rosales el mundo aprendió que la colaboración científica llevó a “algo impresionante”, como producir y distribuir más de una vacuna para contrarrestar la enfermedad en menos de un año, aprender además sobre la desigualdad en el acceso de servicios y de vacunas, que ha llevado a potencias mundiales a comprar grandes porcentajes de las dosis y generar una escasez en el mundo.
La poca preparación e inversión científica con la que los países contaban al momento de enfrentar la pandemia y la falta de gobernanza de organismos multilaterales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la cual se espera “mayor capacidad ejecutiva y no de asesor”, forman parte de los conocimientos obtenidos para el gremio según Rosales.
Lo que falta.
Sin embargo, el infectólogo Ivan Solano Leiva indicó que existen aspectos que aún los salvadoreños no han aprendido, como asociar un proceso catarral al covid-19 o de la falta de búsqueda oportuna de atención médica ante la presencia de síntomas, que puede generar consecuencias en la salud de los pacientes.
Médicos como Ernesto Navarro Marín, ex viceministro de Salud e infectólogo, aseguran que el aprendizaje de estas medidas está siendo menos usadas desde la apertura económica y con la llegada de vacaciones, fiestas navideñas y de fin de año llevó al país a un “aumento de casos”, y a no obtener un silencio epidemiológico desde ese 18 de marzo del 2020 luego del reporte del primer caso.
Protocolos.
Limpiar los zapatos antes de entrar a casa, así como todo objeto que estuvo en contacto con el mundo exterior y el uso de arcos y bandejas desinfectantes son innecesarios y no evitan el contagio del virus, según estos expertos consultados.
Sin embargo otras acciones como el uso de mascarilla, lavado de las manos luego de estar en contacto con cualquier objeto, superficie o persona, no tocarse la cara sin antes lavarse las manos, distancia física, el uso de alcohol gel, así como el uso de caretas que deben ser desinfectadas luego de su uso, son las medidas más efectivas para prevenir el contagio.
Para el salubrista Erazo Cadena , el lavado de manos es tan crucial que si se dejara de utilizar, toda otra medida sería inutil por evitar la enfermedad.
“Si una persona no se lava las manos, aunque ande mascarillas KN 95, las más caras, sino se lava las manos no tienen ninguna utilidad todas esas medidas”, manifestó Erazo.
Los expertos recomendaron continuar utilizando las medidas de bioseguridad, ejecutar una campaña de educación para aquellas personas que ya no se protegen en contra del virus “o han dejado de creer” en el covid-19, así como una campaña de salud mental y un reforzamiento de políticas sanitarias que regulen la cantidad de personas que se aglomeran, uso de mascarilla y el distanciamiento físico.
Y a aquellas personas que ya están cansados de la pandemia y de cumplir las medidas de bioseguridad los médicos les recomendaron que se eduquen y lean sobre la enfermedad, y recordaron que aunque se tenga buena salud o ya se padeció la enfermedad, existen personas vulnerables que pueden contagiar, pero que sobre todo se cuiden por aquellos que “no tienen servicios de salud cerca, que no tienen servicios básicos como agua potable, que no tienen medios para trabajar”.
Luego de un año
En alusión al primer año de pandemia por covid-19 Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), manifestó que el mundo ha aprendido sobre el liderazgo en los países que puede llevar a los sistema de salud a “actuar de manera eficiente” o evidenciar “las fallas” del mismo.
Etienne coincidió con los expertos al señalar que los sistemas de salud no tenían prioridades antes de iniciar la pandemia, aprendiendo sobre la necesidad de fortalecer la atención primaria. Así como que la atención que se le dio al covid condujo a una debilitada capacidad de atender otros problemas de salud.
“Me gustaría decir que los sistemas todavía están atravesando este momento duro, esta crisis no ha terminado y falta mucho para que termine, y muchos lugares están viendo ahora un número de casos sin precedentes”, puntualizó la directora de la OPS.
Hasta la fecha, el covid-19 ya ha dejado 62,531 personas contagiadas y 1,962 decesos, con ciudades como San Salvador, San Miguel, Soyapango, Santa Tecla y Santa Ana como epicentros de contagio, con diversos incidentes como la entrega de ayuda por parte del gobierno, depósitos monetarios a reos, concentraciones en centros comerciales que incidieron aglomeraciones, y con una ley para contener la pandemia aprobada por la Asamblea Legislativa que lleva 54 días sin ser objeto de iniciativas sanitarias por parte del Ejecutivo.