La Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York reveló ayer que un traficante de cocaína hondureño pagó un soborno de $25.000 dólares al actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, a cambio de protección frente a las fuerzas de seguridad.

En un comunicado, los fiscales confirmaron que el presunto narcotraficante Geovanny Daniel Fuentes Ramírez, detenido el pasado domingo en el Aeropuerto Internacional de Miami, pagó el soborno a “un funcionario hondureño de alto rango” conocido como “CC-4”, según una publicación de la agencia Bloomberg.

Aunque el texto no menciona expresamente a Hernández, en documentos judiciales anteriores en relación con el proceso en Estados Unidos contra el hermano del presidente, Tony Hernández, por tráfico de drogas se hace mención a “CC-4” como el ganador de las elecciones presidenciales de 2013, en las que se impuso el actual mandatario.

Ramírez se reunió en 2013 con Hernández, entonces congresista y quien acordó facilitar el uso de personal de las Fuerzas Armadas hondureñas como seguridad, según el comunicado que anuncia los cargos. El detenido ayudó a liderar una red de tráfico que recibió toneladas de cocaína de Colombia en aviones y barcos antes de enviarla a Guatemala y de ahí a Estados Unidos, según la Fiscalía.

 

JOH rechaza acusaciones

Horas más tarde la presidencia de Honduras emitió un comunicado en el que desmiente las acusaciones.

En un mensaje publicado en Twitter, la Presidencia defendió que las acusaciones son “100 por cien falsas” y parecen estar “basadas en mentiras de criminales confesos que buscan venganza o reducir sus condenas”.

En un comunicado posterior, la presidencia reiteró que “nuevamente los narcotraficantes acuden a la misma táctica para desacreditar al único Gobierno que los ha enfrentado con valentía para desarticular sus imperios del crimen e impunidad”.

Asimismo, la administración del presidente Juan Orlando Hernández dice que se trata de nuevo capítulo en la “conspiración para socavar al Gobierno, motivado por un deseo de venganza de los 23 narcotraficantes que han sido extraditados o que han tenido que huir del país y entregarse a Estados Unidos para evitar ser capturados en Honduras”, a quienes ha acusado además de estar “confabulados con la oposición” hondureña y con “grupos internacionales del crimen organizado”.

El arresto de Fuentes parece fortalecer una futura acusación de los fiscales federales en Nueva York en contra del presidente Hernández, quien actualmente goza de inmunidad efectiva como jefe de Estado. Sin embargo, este podría ser procesado después de terminar su mandato en 2022.