Miles de personas de el Triángulo Norte de Centroamérica han abandonando sus países desde el año pasado. / DEM


Los solicitantes de asilo que lleguen a la frontera sur de Estados Unidos podrían ser enviados a El Salvador y tener que solicitar refugio desde ahí, esto de acuerdo con un acuerdo firmado la semana pasada entre ambos países.

Según el gobierno de EE.UU., “este acuerdo es un esfuerzo bilateral para proteger la integridad física y evitar los peligros que conlleva la migración irregular“.

El objetivo del pacto sería detener el flujo de migrantes que intentan solicitar asilo en Estados Unidos, combatir la trata de personas y al crimen organizado.

Pero de acuerdo con el Comité Internacional de Rescate (IRC), el trato pondría en peligro a miles de personas que necesitan protección. Esta organización considera a El Salvador como un país con altos niveles de violencia, e incluso lo comparó con zonas de guerra en Siria, informó La Opinión.

“La administración de Estados Unidos intenta una vez más darle la espalda a las personas extremadamente vulnerables. Esto contraviene las leyes, intereses y valores de Estados Unidos”, dijo la directora nacional de El Salvador en el Comité Internacional de Rescate, Meghan López.

IRC reveló que cada año cerca de 300,000 salvadoreños son víctimas de violencia en su país. Como ejemplo se tomó que durante el 2018 la cifra de feminicidios fue de una cada 20 horas, además de que hay familias afectadas por los altos niveles de pobreza, violencia de género y conflicto de pandillas.

“El Salvador no es seguro para muchos de sus propios ciudadanos y está luchando para satisfacer sus necesidades, por lo que muchos buscan asilo en Estados Unidos. No es realista esperar que El Salvador pueda ofrecer protección a los solicitantes de asilo que huyen de esas condiciones”, acotó López.

Para IRC, El Salvador se colocó en una posición complicada al aceptar este acuerdo.

“La administración Trump debería reenfocar su atención para evitar la protección de las personas vulnerables y estabilizar la región. Además volver a examinar su decisión equivocada de cortar la ayuda al Triángulo del Norte, especialmente si espera que estos países sean parte de la solución”, agregó López.