Fitch rebaja de nuevo la calificación soberana y reitera riesgo de impago
Viernes 16, Septiembre 2022 - 3:45 AM
La agencia bajó la calificación de riesgo de la deuda salvadoreña, a días de que el Gobierno anunciara una recompra de bonos. Para Fitch, el Gobierno necesitará $3,700 millones para cubrir las necesidades de financiamiento en el próximo año.
Fitch Ratings degradó ayer el perfil de riesgo de la deuda salvadoreña a menos de una semana del lanzamiento de su oferta de recompra de los bonos 2023 y 2025, una operación que para la agencia "no altera” el riesgo de impago.
La institución pasó de "CCC” a "CC” el perfil de riesgo de El Salvador, un grupo donde se colocan a los países o empresas con elevado riesgo de incumplimiento de sus compromisos. Esta es la segunda vez en el año que Fitch cambia la calificación del país, ya en febrero pasado había aplicado una degradación con alertas de impago y del alto nivel de endeudamiento.
La agencia recordó que no asigna perspectiva a los países que se encuentran en la categoría de "CCC+” o con calificaciones inferiores.
La nueva calificación refleja la opinión de Fitch de que hay "algún probable tipo de incumplimiento de pago” por las presiones de liquidez fiscal de El Salvador, mientras se enfrenta a un "mercado extremadamente restringido” en medio de altas necesidades de financiamiento fiscal por el vencimiento de los bonos de 2023.
La administración de Nayib Bukele lanzó el lunes pasado la convocatoria de recompra de los bonos 2023 y 2025 con un presupuesto de $360 millones, a pesar de que ambas emisiones suman $1,600 millones (de $800 millones cada una). En opinión de la agencia, esta operación "debilitará aún más su ya tensa posición de liquidez” porque el alcance de la transacción "no altera materialmente la probabilidad de incumplimientos”.
Inicialmente, el Gobierno había presupuestado $560 millones para la recompra de bonos que obtendría a través de 275 millones de Derechos Especial de Giro (DEG) asignados por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa operación le daría $360 millones y además contaba con $200 millones de un préstamo otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), cuyo principal destino era cubrir la brecha por los subsidios a los combustibles.