La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) denunció hoy a la que calificó como una campaña de "ataques, acoso y desprestigio".

"Desde 1966 nuestra organización ha defendido y continuará defendiendo la libertad de empreder y trabajar para salir adelante a pesar de las amenazas, persecución, secuestros, bombas y asesinatos de empresarios", destaca la gremial en un comunicado.

La ANEP denuncia que en las últimas horas "se ha promovido una campaña de acoso, ataques y desprestigio", que tiene el objetivo de intimidar y deslegitimarle "como interlocutor válido en la presente crisis".

Esta semana el presidente de la República, Nayib Bukele, desconoció a Javier Simán como presidente de la Asociación a días de que se cumplan dos meses de parálisis de la economía a consecuencia de las medidas sanitarias para frenar el avance del COVID-19.



"Utilizando el poder del aparato coercitivo del Estado, se busca acallar nuestro derechoi a la libertad de expresión, la libertad de asociación, a decir la verdad y a expresar nuestra crítica constructiva por el mal manelo que el gobierno está hacendo de la crisis", destaca el pronunciamiento de la ANEP.

El pronunciamiento ocurre horas después de que el mismo Javier Simán denunciara el cierre de Intradesa, medida que calificó de arbitraria.

La textilera era hasta el jueves una de las pocas empresas autorizadas para mantener una producción limitada, la cual había reconvertido para producir insumos médicos (como mascarillas y gabachas).

"El tejido empresaria, tan vital para salir adelante en esta crisis, lo formamos todos, inversionistas y colaboradores, formales e informales, pequeños o grandes", destaca la ANEP en el comunicado donde recalca que se debe buscar un país libre de contagios, pero también de "desempleo, hambre y miseria" y espetó: "Quien ataca a los empresarios y emprendedores ataca a las familias salvadoreñas".

Esta semana las diferencias entre el Ejecutivo y la ANEP han truncado la elaboración de una hoja de ruta para la reapertura de la economía. El país se mantiene en cuarentena domiciliar oblogatoria desde el 21 de marzo y se mantendrá en cuarentena especial hasta el 21 de mayo, en tanto que los sectores piden una ruta clara para reactivar la economía ante el riesgo de que la presión por generar ingresos de paso a una apertura desordenada desde el sector informal.