Los estadounidenses eligen hoy a su presidente entre el actual gobernante, Donald Trump, que busca un segundo periodo y el demócrata, Joe Biden, quien fue vicepresidente de Barack Obama y el hombre encargado de los asuntos del Triángulo Norte de Centroamérica.

El embajador de los Estados Unidos en El Salvador, Ronald Johnson, insistía la semana pasada que muy poco cambiará en la política exterior norteamericana hacia nuestro país, independientemente de quién gane los comicios de este martes, es posible, en líneas generales, pero en lo que tiene que ver con nuestros migrantes mucho puede cambiar.

Lo primero es que la visión del presidente Donald Trump es diametralmente opuesta a la visión del candidato Biden. Trump ha atacado a los migrantes desde que era candidato y ha movido todas las piezas legales para cerrar las puertas de su país. El Estados Unidos compasivo y solidario con los perseguidos de todo el mundo ha dejado de existir bajo la administración Trump que, en el caso salvadoreño, ha estigmatizado a nuestros connacionales con la Mara Salvatrucha.

En contraste, Joe Biden ha ofrecido legalizar a los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y eso claramente incluiría a muchos de nuestros compatriotas beneficiados con el TPS y con otros programas como DACA. Biden ha ofrecido terminar con las medidas draconianas de Trump para la inmigración y ha ofrecido reabrir la puerta a los perseguidos. Si Biden gana las elecciones es muy posible que no tengamos que ver a más de 200,000 salvadoreños con TPS deportados, algo que a Trump no le disgustaría hacer. Esa es la gran diferencia entre ambos candidatos.