El cardenal Gregorio Rosa Chávez dice que El Vaticano aún no define si la ceremonia será para los dos beatos o si será en el país.


El papa Francisco aún no ha definido la fecha para la ceremonia de beatificación de los sacerdotes Rutilio Grande y Cosme Spessotto dijo hoy el cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador.

“La pregunta ahora es si se va a hacer una sola ceremonia o si se hará una ceremonia separada. Va a ser en El Salvador, va hacer esta ceremonia, el papa mandará un cardenal que lo represente para que presida esta ceremonia y veremos si se decide hacer una sola ceremonia o serán dos, pero todo está que se decida, pero ya fue aprobada por el papa esta beatificación. Dos santos más van en camino a los altares”, dijo Rosa Chávez en canal 21 esta mañana en una entrevista televisiva.

El pasado 27 de marzo se conoció que el papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación de los decretos relativos a la causa de tres nuevos Santos y cinco Beatos, entre los cuales se encuentra el padre fray Cosme Spessotto.

El sacerdote Rutilio Grande (arriba) y el fraile Cosme Spessotto (abajo). Ambos asesinados por causa de la fe, según el Vaticano.


Mientras oraba de rodillas frente al altar el padre Spessotto fue asesinado el 14 de junio de 1980, en el municipio de San Juan Nonualco, departamento de La Paz. El padre fue asesinado por “odio a la fe” porque denunciaba abusos de poder hacia la población pobre y “exigía respeto y reclamaba libertad para los prisioneros”.

El sacerdote era de origen italiano y llegó a San Juan Nonualco, en 1953.

El pasado 21 de febrero, el papa Francisco también aprobó el decreto que reconoce el martirio del sacerdote jesuita Rutilio Grande.

El Vaticano informó ese día que el papa recibió al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Beciu, quien le presentó varios decretos para la beatificación entre los que se encontraba el nombre de Grande.

Grande fue asesinado el 12 de marzo de 1977 cerca de Aguilares por escuadrones de la muerte. Junto al sacerdote fueron asesinados Manuel Solórzano de 72 años y Nelson Rutilio Lemus, de 15 años; los tres se conducían en un jeep tipo safari hacia El Paisnal en San Salvador, cuando se dirigían a celebrar la eucaristía, pero nunca llegaron.

En el camino fueron emboscados y el vehículo donde se conducían fue ametrallado. Las investigaciones de aquel entonces determinaron que el sacerdote jesuita recibió 19 impactos de bala, calibre 12, tipo “doble cero”, un proyectil blindado de uso militar.