El presidente de la República, Nayib Bukele, junto al Gabinete Económico, anunció la noche de este jueves su plan de reactivación económico. / Cortesía Casa Presidencial


El presidente de la República, Nayib Bukele, anunció anoche el “Plan Despegue Económico”, enfocado en agricultura, conectividad y educación vinculada a la cuarta revolución industrial.

“De despegue porque estamos pegados”, comentó el mandatario, refiriéndose a que la economía salvadoreña “ha estado básicamente estancada y a arañazos la hemos levantado” en el tercer trimestre con un dinamismo de 2.7 %, según las cifras oficiales del Banco Central de Reserva (BCR).

Esta iniciativa “es similar al plan de seguridad”, y articulará a las carteras de Estado relacionadas con economía, infraestructura, bancos públicos, hacienda, aduanas, turismo, logísticas y agricultura.

Bukele remarcó que “hay partes de la economía que generan más empleos”, pero “yo he identificado otros puntos de oportunidad” en agricultura, telecomunicaciones a través de la conectividad y la educación enfocada en preparar a las nuevas generaciones en el marco de la cuarta revolución industrial.

“Por más esfuerzo que se haga” la agricultura no representará un incremento significativo a nivel macroeconómico porque “no estamos en un mundo preindustrial”; sin embargo, este sector es un generador de empleo inmediato para las familias salvadoreñas “en las zonas más pobres”. “La población no solo quiere que el país despegue, quiere sentir, entonces una de las formas de hacerlo es impulsando la agricultura”, comentó.

La segunda oportunidad se fundamenta en telecomunicaciones, pero no en el crecimiento de la industria, explicó, sino en la conectividad porque “la autopista más importante en el siglo XXI es el Internet”. Mientras que el Gobierno trabaja en nuevas inversiones en infraestructura de logística, como el Tren del Pacífico o un aeropuerto en la región oriental, las señales y coberturas de servicios móviles son débiles.

El tercer pilar de oportunidad del plan se fundamenta en educación para preparar a los salvadoreños con las nuevas tendencias tecnológicas porque “cualquier inversión que nosotros hagamos en la cuarta revolución industrial nos va a pagar con réditos inmediatos en la sociedad”, sumó.



Proyecciones optimistas

Una de las grandes deudas en El Salvador es su bajo crecimiento económico y los datos oficiales del BCR indican que el país no logró recuperarse tras la crisis financiera de 2009. Cuando el BCR cambió el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN), en marzo de 2018, la nueva metodología para calcular el Producto Interno Bruto (PIB) reveló que la economía salvadoreña creció en mejores tasas que con el antiguo esquema, pero en la última década no logró superar su cota de 3 %, excepto por 2011.

El Plan Cuscatlán, que presentó Bukele durante la campaña de elecciones, promete que El Salvador será una economía “con tasas de crecimiento de al menos al 3.5 %”. El presidente salvadoreño aseguró ayer que “como podemos predecir lo que nosotros vamos a hacer hemos puesto metas conservadoras en el plan, esperando superarlas”.

Enfatizó que el Gobierno puede controlar un “60 % de las cosas” que afectan el crecimiento económico a nivel interno, pero no tiene coacción sobre el comportamiento internacional, como los vaivenes del petróleo o el avance de la economía estadounidense.