"Nayib, presidente, Arena ni el Frente", gritaba el público, antes de que el presidente de la República, Nayib Bukele, iniciara su discurso de toma de posesión. "Sí se pudo, sí se pudo, sí se pudo". "Claro que se puede. Este día inicia la nueva historia que vamos a escribir juntos", les respondió.

"Que devuelvan lo robado", gritaban sus seguidores.

Bukele inició diciendo que El Salvador ha sufrido mucho, tragedias, gobiernos corruptos y que, sin embargo, el pueblo ha seguido adelante.

"Este pueblo trabajador, el más trabajador del mundo... A partir de hoy no seré el presidente de los que votaron por mí, seré el presidente de todos los salvadoreños, los siete millones y los tres millones que viven afuera, de los 10 millones, los representaré a cada uno de ustedes", exclamó.

Bukele dijo que "habrá momentos difíciles". "Pero tomaremos esas decisiones con valentía y espero que me acompañen a tomar esas decisiones con valentía" para que luego sepan que hicieron lo correcto y que arreglaron El Salvador, dijo.

"Este es un pueblo valiente, al que le debo todo. Pero no vamos a poder salir adelante si no nos unimos. Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad individual", afirmó.

Luego, habló en lenguaje de señas. Inmediatamente dijo: "Eso quiere decir que de ahora en adelante el poder está en cada uno de nosotros, en las manos de nuestros de agricultores, estudiantes, comerciantes, escritores, pescadores, amas de casa, de las personas con discapacidad". "Ustedes decidirán cómo quieren ser gobernados porque hoy tendrán un gobierno del pueblo para el pueblo".

Bukele recordó que sus antecesores siempre han roto sus promesas y les dijo que, hoy en cambio, el cambio "llegará de cada uno de nosotros".

"Tenemos solo cinco años, no para pasar la página de la posguerra. Tenemos cinco años para hacer de El Salvador un ejemplo para el mundo", les dijo. Anunció que su hija se llamará "Layla". "Por ello, tenemos que hacer un mejor país".

Relató una historia en donde un padre explica a su hijo que El Salvador no es pobre y que es el mejor país del mundo "porque es el nuestro".

"Ese niño ahora es presidente de El Salvador y mi papá está en cielo. Papá, hoy te extraño más que nunca... El me enseñó que la justicia no es justicia si no es igual para todos... Él me enseñó casi todo lo que sé", exclamó.