El investigador de la Universidad Don Bosco, Manuel Cardona, explicó que desde hace tres años indagan sobre cómo desarrollar exoesqueletos robóticos, para asistir a pacientes que perdieron la capacidad de caminar.
También, para acelerar la recuperación de personas que sufren lesiones en el cerebro causadas por accidentes de tránsito.
Un exoesqueleto es una máquina robótica que sostiene el cuerpo de una persona que no tiene capacidad motora.
El investigador indicó que las funciones de los exoesqueletos son ayudar a un individuo para que se desplace, en el caso que tenga completamente inmóvil su cuerpo, y restablecer los movimientos naturales del sistema locomotor.
“La idea es que desarrollemos aquí el equipo para que sea más asequible para las población; un exoesqueleto cuesta alrededor de $80,000 en Estados Unidos y si lo queremos importar a El Salvador es más(caro), tenemos tecnología y la capacidad para hacer el aparato”, dijo Cardona durante el foro denominado “Exoesqueletos robóticos para la rehabilitación y asistencia de pacientes, experiencias en Iberoamérica”.
Según el Consejo Nacional de Atención Integral a la Persona con Discapacidad (CONAIPD), 254,802 personas tienen una discapacidad física en el país, pero 3,031 tienen paraplejia y 379 cuadriplejia.
Asimismo, el director ejecutivo del Conacyt, Carlos Ochoa, señaló que el objetivo de implementar esa tecnología en El Salvador, también es facilitar el desplazamiento de médicos, enfermeras y fisioterapistas con pacientes que hayan perdido su movilidad, ya sea para el aseo o trasladarse al lugar donde se dan las terapias de rehabilitación.
Mientras que el especialista del Centro de Ingeniería Avanzada de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Arturo Flores, aseveró que los exoesqueletos son dispositivos que permite a un individuo sentarse, caminar o levantarse y mejorarán la salud psicológica de quienes tienen discapacidades físicas.
Los referidos aparatos robóticos también pueden aumentar la fuerza de una persona, según los expertos.