Los que se van del país felicitan al presidente de la República, Nayib Bukele, por las medidas anunciadas el pasado miércoles por la tarde, pero los que se quedan debido a vuelos cancelados o no pueden ingresar hasta cumplir la cuarentena, a raíz de la pandemia de coronavirus, dicen que las medidas debieron informarse con anticipación.

La preocupación de muchos que llegaron ayer por la mañana al Aeropuerto Internacional de El Salvador San Óscar Arnulfo Romero a recoger a sus familiares es dónde les van a tener en cuarentena y si el hacinamiento no afectará a aquellos que tienen problemas crónicos de salud.

“Imagínese, ahí hay niños, también hay personas diabéticas, otras que tienen debilidad en los bronquios, ¿se imagina lo que pasará si alguno de los que están en cuarentena tiene el virus y contagia a uno de ellos porque están ahí todos amontonados?”, dijo un salvadoreño que llegó ayer a traer a su sobrino y ni siquiera pudo verlo.

“Nosotros no estamos en contra del Gobierno, entendemos la medida del presidente y sabemos que es buena, pero creemos que debió avisar con tiempo, si hubiera dicho la semana pasada que esto iba a aplicarse esta semana nuestros familiares podrían haber decidido si viajar o no”, agregó otra persona, luego de reclamar al personal del Ministerio de Salud (Minsal) que salió a hablar con todos los salvadoreños que estaban esperando a sus familiares.

En tanto, los que viajaban se manifestaban a favor de las medidas anunciados por el Ejecutivo y algunos afirmaron que en Estados Unidos no había tanto pánico como el que hay en el país.

Ena Cruz lamentó ayer que su hermana no pudiera salir para enterrar a su madre. / Diego García


Ella solo venía a enterrar a su mamá

Entre lágrimas de dolor y desesperación, Ena Cruz Campos lamentaba ayer que su hermana, Nubia Esmeralda Cruz, y sus sobrinos, Christian Geovannie Rivas y Edwin Tomás Saravia, no pudieran ingresar al país, tras la orden del presidente de mandar a cuarentena a todo aquel que ingrese a El Salvador.

El pasado 10 de marzo falleció el padre de Ena y Nubia, debido a un cáncer de esófago y estómago, y un día después murió la madre de ambas a causa de un infarto.

Nubia y sus hijos llegaron ayer por la mañana al país. Los tres procedentes de Long Island, una isla de New York, estado que ayer se declaró en emergencia luego de registrar 328 casos de coronavirus.

“Solo venía a traer a mi hermana, a mis sobrinos, porque se murió mi papá y mi mamá, no vienen a pasear”, dijo Ena.

Completamente desconsolada, ella reiteraba que su hermana solo venía a enterrar a su mamá, porque no alcanzó a preparar a su papá, a quien enterró el 11 de marzo, día que su madre murió.

“Ellos dicen que no van a entrar al albergue, porque igual no traen dinero para decir que se van a regresar, porque tendrían que pagar el vuelo (de regreso) y si se quedan en albergue igual van a tener que pagar, ellos tienen su regreso para el martes”, detalló.

Nubia y sus hijos tomaron la decisión de no entrar a cuarentena. Anoche durmieron en el aeropuerto y hoy harán lo mismo. Un primo de Nubia y Ena les ayudó para que la aerolínea les brindara espacio en un vuelo que saldrá mañana hacia New York.

Reina Huezo llegó desde Las Pilas, Chalatenango, a traer a su esposo, pero no lo pudo ver. / Diego García


El proveedor de casa a cuarentena

“Él ‘viera’ dicho una semana antes que no se puede viajar, porque se va a hacer esta medida, ahora ahí los tiene encerrados, dice que les va a dar no sé para dónde, a qué albergue”, se quejó Reina Huezo, originaria de Las Pilas, Chalatenango, que también esperaba ayer a su esposo en el aeropuerto.

Romeo Guevara, de 78 años, viajó por primera vez a Estados Unidos, específicamente a Los Ángeles, en el estado de California, este año.

El avión arribó ayer por la mañana, sin embargo, Romeo se encontró con la nueva medida del presidente y tendrá que entrar a cuarentena para descartar que se haya contagiado con coronavirus.

Para su esposa Reina, la medida tuvo que informarse con tiempo y lamenta que el mandatario “no pensó que las personas tienen que trabajar”.

Reina y Romeo tienen una hija de 19 años con discapacidad, ella se dedica a los oficios de la casa y el cuido de su hija y él es el proveedor del hogar.

“Yo tengo a mi niña en cama y él es el que trabaja para la niña”, repetía Reina, quien se mostraba preocupada, porque su esposo no podrá salir en 30 días, dedicarse a la agricultura y abastecer de alimentos, su hogar.

Personal de seguridad y viajeros usan mascarillas en el aeropuerto internacional de El Salvador. / D.G.


“Los tabudos” esperaban a mamá

Tres hombres originarios de Santa Elena, Usulután, miraban sin consuelo la puerta de vidrio por donde debía salir su madre, Ana Gertrudis González, de 79 años de edad, quien regresaba ayer de su viaje por Los Ángeles, California, en Estados Unidos.

La anciana “padece de los bronquios” y estar en confinamiento tanto tiempo, sobre todo, con personas que podrían haber contraído el Covid-19, es para sus hijos un riesgo; por ello, querían saber si las aerolíneas están dando la opción de regresar a los pasajeros a los lugares de donde proceden, pues no quieren arriesgar la salud de su progenitora.

“El vuelo llegó a las 7:19 de la mañana y no sabemos a qué albergue la llevarán”, dijo uno de los hijos.

“Ella va a Los Ángeles a vacacionar, se va a pasar diciembre y en estos meses ella siempre se viene, porque vive en Santa Elena, Usulután”, señaló.

“El riesgo es que puede venir otra persona que traiga (el virus) y ella no, y es de las personas que corren el riesgo de muerte por su edad”, detalló otro hijo.

“Nosotros queremos investigar ahora si se puede mandar de regreso, en concreto esa es nuestra pregunta”, agregó el caballero, quien dijo que nadie había informado al respecto.

La bebé de 15 meses tenía permiso para estar fuera de Estados Unidos hasta hoy. / D.G.


El permiso de la niña vence hoy

En el área donde debían registrarse los pasajeros con destino a Miami, establecido para la aerolínea América Airlines, esperaban muchos pasajeros, quienes fueron informados que el vuelo programado a las 12:00 del medio día se había cancelado.

La aerolína informó a los pasajeros un poco después de las 9:00 de la mañana.

Muchos familiares de los viajeros ya se habían retirado, mientras esperaban que llegaran nuevamente por ellos, se quejaban frente a la puerta de vidrio donde debían ingresar para chequearse.

Sentados en la acera del punto de control de tráfico aéreo se encontraba la familia González, que también es originaria de Santa Elena, Usulután.

Tras haber sido notificados de la cancelación, la aerolínea les dijo que podían esperar 40 minutos para confirmarles si había posibilidad de viajar en un vuelo con destino a Dallas, que partiría a las 12:00 de la medianoche, pero debían chequearse a las 9:00 de la noche.

Rosa Lemus de González y Osmín Antonio González viven en Carolina del Norte, ambos viajaron con una pequeña de 15 meses y llegaron al país el pasado 19 de febrero. La pareja traía a la niña para que los abuelos la conocieran.

“Cuando salimos de allá todo estaba normal, aquí es que hemos escuchado más eso del coronavirus, creo que por eso es el atraso”, afirmó Osmín.

Al término de los 40 minutos, American Airlines informó que también cancelaba el vuelo hacia Dallas. La familia esperaba hacer escala en Dallas y luego llegar a Carolina del Norte; sin embargo, regresaron a Santa Elena con sus maletas, sus deseos de volver a casa y una preocupación: el permiso de la niña vence hoy.

La familia no sabe qué pasará ahora, cuándo se irán, si habrá algún problema con Migración en Estados Unidos, si se les permitirá el ingreso o si las autoridades comprenderán la cancelación de vuelos.

En el mismo avión también viajarían salvadoreños originarios de Ilobasco y San Salvador, quienes incluso aseguraron que la aerolínea no había informado si habrá algún recargo o se deberá comprar un nuevo boleto.

“No nos han dicho nada, solo que no va a salir el avión y hay que llamar a las 4:00 de la tarde a la aerolínea”, agregó María López, quien haría escala en Miami para luego abordar un avión hasta Tennessee, donde reside desde hace muchos años.