Fabio Colindres presidió la misa patronal, ayer. / R. Fuentes


El obispo de San Miguel, Fabio Colindres, expresó ayer su solidaridad con la iglesia católica nicaragüense, asediada y hostigada en los últimos días por el régimen de Daniel Ortega.

Colindres inició la misa patronal, dedicada a Nuestra Señora de la Paz, patrona de San Miguel y de El Salvador, con una “petición particular por nuestra hermana República de Nicaragua, tan asediada en estos días a causa de la fe”.

“En esta fiesta patronal de la Reina de la Paz, en unión con todos mis hermanos obispos de la República de El Salvador, estrechamos nuestro vínculo de unidad y de solidaridad con la iglesia católica que camina en Nicaragua, con particular cariño al cardenal Leopoldo Brenes, a los señores obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos”, dijo Colindres ante todos los obispos salvadoreños, el Nuncio Apostólico, el vicepresidente Félix Ulloa, y los presidentes de la Asamblea Legislativa y Corte Suprema de Justicia, Mario Ponce y Armando Pineda, respectivamente.

Colindres dijo que “hemos sido todos testigos en los últimos días de las tristes noticias con que la iglesia que camina en Nicaragua ha sido maltratada, esa persecución a la iglesia ¡cómo nos duele el asedio contra la fe y los derechos de los nicaragüenses!”, exclamó conmovido.

“Nos duele lo que ha sucedido en la catedral Metropolitana y las expresiones y faltas de respeto contra nuestros hermanos obispos en Nicaragua. No se trata así a la Iglesia Católica ni en Nicaragua, ni en El Salvador ni en ningún lugar del mundo. La iglesia católica es la Iglesia de Cristo”, dijo entre aplausos de los feligreses.

La policía nicaragüense ha asediado los templos católicos de Nicaragua luego que obispos y sacerdotes han criticado las violaciones de derechos humanos del régimen de Daniel Ortega. En la última semana, una huelga de hambre en la iglesia San Miguel de la ciudad de Masaya, ha provocado que la policía y turbas orteguistas impidan el acceso de agua y medicamentos a los protestantes, entre los que está incluido el padre Edwing Román, quien recientemente visitó El Salvador. Luego, turbas orteguistas también asaltaron la Catedral de Managua y golpearon a un sacerdote y una monja.

“Nos duele el maltrato que se dio al padre Rodolfo López y a la religiosa Sor Arelys Guzmán: ¡Qué falta de respeto más profunda”, exclamó el obispo Colindres.

“Estrechamos nuestra solidaridad con la iglesia nicaragüense y con los presos políticos a causa de la fe en Cristo Jesús”, subrayó.