El barril de petróleo ha sufrido el mayor incremento de precio desde la Guerra del Golfo en 1991, debido a un ataque en pozos petroleros y plantas de refinamiento en Arabia Saudita.

"El ataque anuló cerca de la mitad de la producción saudita, es decir un 5% de la producción mundial, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad de estas infraestructura a los ataques con drones", explica Craig Erlam, de la firma de corretaje Oanda.

¿Pero cómo puede afectarnos el incremento?

El primer impacto que podemos sentir en El Salvador, es un alza en los precios de venta de los combustibles que a su vez impacta en todos los rubros de la economía.

"El impacto dependerá de que tanto se incrementen los precios del petróleo, y los cómo estos afecten vía el precio de los combustibles y de la energía. Ya que se transmitirá a los precios de algunos alimentos principalmente las verduras. En economía diríamos, afectará la inflación", explica el economista Mauricio Choussy.

Algo con lo que coincide, Rommel Rodríguez, de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde): "Un incremento de los precios del crudo se traduce en presiones inflacionarias a nivel local. El crudo es sumamente importante en la construcción, industria, manufactura y transporte. Por lo tanto, afecta transversalmente la economía local".

Rodríguez explica que el caso salvadoreño, a nivel macroeconómico, "se dan presiones por esta alza de precios para que se incremente el déficit de la balanza comercial, por que importaremos el crudo a un precio más alto y el déficit en las importaciones, que ya venía creciendo, no solo se incrementa sino que se traslada a la balanza de pagos".

Choussy señala también que "si el conflicto en Medio Oriente se escala podría haber un shock de oferta que dispare los precios como ocurrió en los setenta, obligando a los bancos centrales a cambiar su política monetaria expansiva por una política dirigida a frenar la inflación, subiendo las tasas de interés mundial, haciendo más caros los préstamos".

"Un shock de oferta de petróleo, también generaría más incertidumbre e incluso desaceleraría la economía mundial, lo cual reduciría nuestras exportaciones y por ende el crecimiento de nuestra economía", agregó Choussy.

El incremento del petróleo provoca un incremento de la inflación, no sólo por su incidencia directa en el precio de los combustibles o de la energía, sino porque también incide sobre el costo del transporte. El transporte de los alimentos sube y golpea la canasta básica.

Por otra parte, hay muchos otros derivados del petróleo que forman parte de nuestra vida diaria: el asfalto de las carreteras, los lubricantes y otros aditivos, pinturas, barnices y todo tipo de plásticos (PVC, polietileno…), jabones, cosméticos, perfumes, etcétera, son fabricados a partir del petróleo o necesitan esta materia prima como parte fundamental para su confección.

¿Qué queda por hacer?

Según Rodríguez, "lo único que se puede hacer es, a través del ministerio de Economía y de la Defensoría del Consumidor, es un mayor esfuerzo para vigilar los precios, pero siendo un mercado tan pequeño y dependiente, estamos a expensas de lo que ocurre en el escenario internacional. La opción a futuro es buscar nuevas tecnologías de energía limpia".

El economista de Funde advierte que "la economía mundial no va bien, por los conflictos entre China y Estados Unidos, y aunque las remesas están creciendo, la economía se estaría desacelerando si la comparamos al crecimiento del año anterior".

Al impactar en los bolsillos de los consumidores, esta alza de los precios del carburante podría perjudicar a la economía mundial en su conjunto.

En los países consumidores, "podemos esperar con bastante rapidez un aumento de 4 o 5 céntimos (centavos)" de euro en el precio final para el consumidor de gasolina y gasóleo, afirma Francis Duseux, presidente de la Unión Francesa de Industrias Petroleras (UFIP).

Te puede interesar: Ganadores y perdedores de la disparada del petróleo tras el ataque en Arabia

Los precios del petróleo registraron su mayor aumento diario desde la Guerra del Golfo de 1991 después de que ataques con drones el fin de semana contra dos instalaciones petroleras sauditas redujeron a la mitad la producción del principal exportador mundial de crudo, alimentando nuevos temores geopolíticos y económicos.

El crudo Brent de referencia en Europa aumentó en un 20% y el homólogo estadounidense WTI en un 15% a medida que abrían los intercambios de productos básicos y después de que el presidente Donald Trump advirtiera que Estados Unidos estaba listo para responder a los ataques, que Washington atribuye a Irán.

El precio del barril de crudo había cerrado en $54.85 el viernes, previo al ataque. Al cierre de la bolsa de Nueva York, el incremento en el WTI (West Texas Intermediate, el índice que rige el precio de El Salvador) era de un 14,7%%, es decir $ 62.90.

Las autoridades sauditas han dicho que espera reanudar un tercio de la producción normal para el lunes, pero los expertos dicen que las instalaciones tardarán semanas en alcanzar su capacidad total.

Según analistas, el precio del petróleo podría superar los 75 dólares si la interrupción en Arabia Saudita dura más de seis semanas.

Los precios del petróleo se habían mantenido relativamente bajos en los últimos meses debido a una reservas abundantes y a los temores de que la ralentización económica mundial impactara en la demanda. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) incluso había establecido límites de producción para intentar mantener el nivel de precios.`