El 21 de agosto de 2018, el Juzgado Especializado de Sentencia "C" condenó por delitos de terrorismo a los pandilleros de la MS-13. / Iliana Cornejo


El cabecilla de la Mara Salvatrucha, Rafael Antonio Ramos Peraza, alias “Wesly” estaba condenado a 350 años de prisión en el caso conocido como “Operación Jaque”, fue puesto en libertad porque cumplió tres años en detención y su sentencia no está en firme.

El pandillero con amplio récord delictivo dejó el Centro Penal de Izalco fase 3 el pasado jueves, y su salida coincide con el incremento de homicidios desde el viernes 24 de abril y que ha llevó al gobierno a decretar alerta máxima en los penales, así como a sellar las celdas en siete penitenciarías para bloquearles todo tipo de comunicación.

Este lunes, el presidente Nayib Bukele, publicó en su cuenta oficial de Twitter que el pasado jueves salió libre tras una apelación un cabecilla enjuiciado en “Operación Jaque” y condenado a 175 años.



Pero el informe oficial obtenido la mañana del 28 de abril por Diario El Mundo, detalla que el único pandillero que salió de prisión es Rafael Antonio Ramos Peraza, condenado a 350 años, cuya apelación no se ha resuelto en la Cámara Especializada y al haber acumulado tres años sin una sentencia ejecutoriada, se ordenó ponerlo en libertad el 17 de marzo de 2020, y fue hasta el pasado jueves que se cumplió con esa resolución.

El cabecilla de la MS-13 fue condenado a 152 años por homicidio agravado, 165 por proposición y conspiración en el delito de homicidio agravado, 15 años por organizaciones terroristas, ocho por proposición y conspiración de actos de terrorismo, dos años por proposición y conspiración en el tráfico de drogas y ocho años por provisión de armas.

“Wesly” fue condenado el 21 de agosto de 2018 por el Juzgado Especializado de Sentencia “C” de San Salvador; este cabecilla es el que recibió la mayor condena en este caso y su defensa apeló ante la Cámara Especializada, pero como esta instancia no ha resuelto y al cumplirse tres años en prisión sin la condena en firme, tuvo que ser puesto en libertad, de lo contrario se caería en una detención ilegal y habrían consecuencias legales para jueces y magistrados que han conocido del expediente.