En San Salvador, el delito de conducción peligrosa es el más común y ocupó en el año 2019, el primer lugar de personas procesadas por la Fiscalía General de la República, en los 15 juzgados de paz instalados en el Centro Judicial Isidro Menéndez.

Según las estadísticas oficiales obtenidas en cada uno de los juzgados a través de la Unidad de Prensa, el año pasado conocieron de 555 casos de conducción peligrosa que fueron diligenciados mediante procesos sumarios.

El segundo delito más común es lesiones culposas, hubo 429 casos, seguido de posesión y tenencia con fines de tráfico con un total de 307 procesados; el cuarto lugar fue lesiones donde hubo 245 procesos, este delito tiene que ver con los casos donde los imputados causaron las lesiones con armas de fuego, arma cortopunzante o producto de una agresión.

El quinto delito más conocido por los jueces de paz es amenazas, donde se abrieron 222 expedientes y luego están las expresiones de violencia contras las mujeres cuya cifra en el 2019 fue de 147.

En cuanto a la conducción peligrosa, por lo general se registra entre viernes y sábado, ya que muchas personas aprovechan el fin de semana para ingerir bebidas embriagantes, y cuando van de regreso a su residencia son sorprendidos en los controles vehiculares que la División de Tránsito Terrestre instala en puntos estratégicos.

Los lunes en la mañana, es común ver una considerable cantidad de imputados que llegan a los juzgados de paz de San Salvador remitidos para ser acusados de forma oficial por la Fiscalía.

No todos los imputados por conducción peligrosa quedan en libertad el mismo día que son remitidos, ya que el Ministerio Público según sus políticas criminológicas presenta requerimientos pidiendo medidas o detención provisional.

Pero el elemento que se toma en cuenta es la cantidad de grados de alcohol que la persona tenía al momento de ser detenido, casi siempre, cuando el imputado fue sorprendido manejando con menos de 250 grados se solicita medidas y el juzgado lo pone en libertad para que comparezca a la audiencia inicial.

Pero cuando un conductor peligroso es detenido con más de 250 grados de alcohol al momento de acusarlo, la Fiscalía pide detención provisional y debe esperar hasta el día de la audiencia para que se defina en que situación jurídica quedará.

Los casos de conducción peligrosa que se conocen mediante los procesos sumarios en la mayoría, los imputados admiten el delito y los jueces terminan aplicándoles la suspensión condicional del procedimiento por período de uno a tres años, que es sanción que el Código Penal vigente establece.