Las primeras vacaciones del año han finalizado y será una semana de estadísticas y datos, pero muy pocas ocasiones se analiza, estudia, investiga y, sobre todo, se adoptan acciones para que se tomen políticas, acciones y planes que permitan disminuir y erradicar causas, y es el caso de los accidentes de tránsito. Si hay destacado en negativo de las vacaciones de verano 2019 fueron los accidentes de tránsito, en promedio oscilan entre 57 y 60 diarios con cuatro personas mínimo al día fallecidas, de éstas uno es motociclista, dos por diferentes causas como los denominados “choques” y uno atropellado; estas cifras son superiores a las registradas durante los primeros 115 días del año 2018.

Se continúa justificando que el alcohol no es de las principales causas, y es más una excusa para no querer visualizar una problemática de una sociedad que continúa buscando evadir su realidad, sus frustraciones, sus problemas, entre otros, pero del 13 al 19 abril 2019 fueron detenidas 115 personas por el delito de conducción peligrosa en controles por autoridades; es decir, es solo una muestra de los que fueron detenidos por autoridades para control e inspección; de estas personas, al menos el 8 % fueron mujeres, lo cual sigue mostrando el incremento de ingesta de alcohol por mujeres en nuestra sociedad.

Conducir bajo la influencia de alcohol se ha convertido en una normalidad en nuestra sociedad, y los puntos de venta de alcohol y cerveza proliferan cada día en zonas residenciales, cerca de escuelas, colegios, parques e iglesias, y en la actualidad en los principales centros comerciales sin que las alcaldías asuman su papel, están contribuyendo a que personas bajo influencia y efectos conduzcan vehículos, pero también para que la violencia intrafamiliar y contra la mujer continúen, a pesar de los esfuerzos de la FGR y PNC por perseguir estas expresiones de violencia.

No es posible que las municipalidades permitan, toleren o autoricen más ventas de licores solo por el hecho que paguen sus impuestos y cierren antes de las dos de la madrugada. En los centros comerciales hay clientes que ingresan al mediodía y permanecen toda la tarde y noche hasta los cierres, generando problemas en primer lugar a la seguridad privada que tiene que actuar ante estas personas que generan problemas antes de abandonar los parqueos, y luego tan pronto salen de los centros comerciales exponen a los ciudadanos.

El alcoholismo no se combate con una ley o por decreto, tampoco lo disminuye incrementar las multas, debemos trabajar como país en la primera infancia, en educación y prevención donde tiene un sentido de largo plazo; las municipalidades que trabajen y administren en función de las mayorías y de las familias que son sus clientes y jefes, el Ministerio de Educación impulsando campañas permanentes sobre los efectos del alcohol a todo nivel; las iglesias trabajando con las familias; los padres de familia siendo ejemplo y manteniendo una estrecha comunicación con sus hijos e hijas; a los legisladores a cerrar todo vacío legal actual ya que ahora la moda es negarse o resistirse a efectuar la prueba de alcotest y luego decir que “no hay prueba”; debemos de avanzar como país a “cero alcohol” si va a conducir, ya que en este momento de 1-50 miligramos sobre decilitro de alcohol en sangre (continúe su camino, siga bebiendo) de 51-100 miligramos sobre decilitro de alcohol en sangre (tome un ticket y siga bebiendo) y arriba de 100 (detenido unas horas y puede negarse a hacerse la prueba, al salir siga bebiendo).

El Salvador se encuentra entre los países del continente americano cuya legislación permite a las personas conducir vehículo cuando ha ingerido alcohol por sobre lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud-OMS, esto debe de cambiar.