Un año ha transcurrido desde que Los Vengadores, los héroes más poderosos del planeta, se vieron cara a cara con el Titán Loco, Thanos, quien buscaba recolectar todas las piedras del infinito para poder cumplir su “misión” de aniquilar al azar a la mitad del universo y, de esa forma, garantizar que la mitad sobreviviente obtendría un mejor destino.

Ante este panorama que buscaba detenerlo, el grupo de superhéroes se sometió a vivir lo inevitable: perder contra Thanos. Sumado a ello, ver cómo la mitad del universo desaparecía junto a sus seres queridos.

A un año de la aniquilación, Marvel Studios emprende el viaje que los héroes que buscan retomar para contra­rrestar lo que Thanos hizo en Avengers Infinity War (2018). Ante ello, múltiples teorías resurgen para conocer cómo solventarán el caótico Apocalipsis que están experimentando.

Esta nueva secuela dirigida nuevamente por los hermanos Russo, estima continuar con la montaña rusa de emociones que creó su predecesora, en una historia que promete finalizar la primera década de Marvel en el Cine, con un filme que durará tres horas y que promete ser el principio y no el final de como conocemos a los héroes.

Asimismo, esta cinta es la número 23 en su gigantesco universo compartido de héroes, marcando el fin de los primeros diez años cinematográficos del Universo Marvel con los que pretende forjar una nueva ruta de cómo emprenderán nuevas historias con nuevos personajes en los próximos años.

El elenco multiétnico y multifacético sigue siendo encabezado por Robert Downey Jr. como Iron Man y Chris Evans como el Capitán América, ambos personajes a punto de retirarse de sus papeles protagónicos, tras interpretarlos a lo largo de estos 10 años.

Nuevas amistades, nuevas alianzas y, sobre todo, un nuevo reto les espera para poder vengar a los habitantes del universo, en un “juego final” que busca dejar a los fans con la piel de gallina a partir de este día.