Por eso me sorprendió que el secretario general del FMLN pidiera disculpas y hablara de errores y fallas en los 40 años de la existencia de esa organización política, primero como organización guerrillera y ahora como partido político. Lo interesante es que ese pedido de disculpas no explicaba a cuáles errores se refería en su aparente humilde reflexión.
Pero hasta hace unos meses -16 para ser exactos- los efemelenistas dejaron de ser gobierno y en esa década, la soberbia prevalecía, la arrogancia de sus líderes era latente y la prepotencia de algunos de sus funcionarios, penosa. En los extremos estaban por supuesto Mauricio Funes y Sigfrido Reyes, pero lo increíble para mí fue la defensa ardorosa que ese partido hizo -ha hecho y en algunos sigue haciendo- de esos personajes, pero además, no es el único pecadillo.
Para ser justos, no fueron los únicos ni serán los únicos embelesados por la arrogancia del poder. Lo que a la gente común le caía mal de los areneros durante estaban en el gobierno era precisamente eso, la prepotencia, la arrogancia, la incapacidad de reconocer errores y fallas, el seguir justificando a personajes impresentables. Los del Frente cometieron exactamente los mismos errores mientras buscaban distraernos con los señalamientos del pasado.
Estas lecciones de la historia política deben aprenderla los políticos de hoy y del futuro. Y también las debemos aprender los ciudadanos para no volver caer en lo mismo.