Más que la asignación presupuestaria para el ramo de salud que atiende a todos los salvadoreños creció la deuda pública total de El Salvador en 2019 y llegó a su nivel más alto de las últimas tres décadas, en $19,808.35 millones, indican los datos del Ministerio de Hacienda recopilados por el Banco Central de Reserva (BCR).

La deuda pública total representa las obligaciones adquiridas por el Gobierno central y sus empresas estatales financieras y no financieras, así como los compromisos derivados del sistema de pensiones.

El Banco Central reporta que la deuda pública total aumentó $833.67 millones (un 4.2 %) al cierre de 2019 frente a los $18,974.68 millones de 2018. Este monto es superior a la asignación del ramo de salud que fue de $662.1 millones y casi alcanza los $996.34 millones destinados a educación, durante el año pasado.

Se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB, la suma de bienes y servicios producidos en el territorio salvadoreño) alcanzaría unos $26,656.2 millones en 2019, significa entonces que la deuda pública total representaría el 74.3 % de la producción nacional.

 

¿Cómo se divide?

Las estadísticas del BCR indican que los compromisos financieros del Gobierno central ascendieron a $12,899.85 millones al cierre de 2019, monto que significó 65.12 % de la deuda total. Aumentó $487.3 millones y representó un crecimiento del 3.7 % frente a los $12,412.55 millones de 2018.

La emisión de Letras del Tesoro (Letes) también tuvieron una mayor participación a lo largo de 2019 y sumaron a diciembre pasado $991.33 millones. Esto significa un incremento de $174.73 millones y creció 17.6 % frente a los $816.60 millones de 2018.

Las Letes se consideran como la “tarjeta de crédito” del Gobierno, pues no requiere autorización de la Asamblea Legislativa para emitirlas, pero no deben superar el 30 % de los ingresos corrientes. Ya con anterioridad economistas y tanques de pensamiento han señalado el riesgo de mantener estos instrumentos, pues denotan falta de capacidad del Ejecutivo para fondearse y representan carga a los compromisos financieros.



La deuda originada por pensiones, en tanto, llegó a $5,264.76 millones. Los datos oficiales indican que aumentó $343.23 millones, un 6.5 % si se compara con los $4,921.53 millones de 2018.

Estos compromisos comenzaron a crecer en 2006, cuando se creó el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP) como instrumento de deuda para que el Gobierno obtuviera recursos de los ahorros que custodian las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para pagar las pensiones del sistema público.

 

Su punto más alto

Las estadísticas del BCR indican que la deuda pública total ha mantenido una constante de crecimiento en las últimas tres décadas. Los compromisos financieros de El Salvador en 1991, último año disponible, representaban $3,140.13 millones.

Se mantuvo por abajo de la cota de $10,000 millones hasta 2009, cuando llegó a los $11,778.32 millones. Significa entonces que en una década se duplicó, aumentó $8,634.81 millones, hasta llegar en 2019 a su nivel más alto de los últimos 28 años.